En Extravagancia, elfos y personas viven juntos pero no revueltos: cada uno sabe cuál es su posición social, y los humanos tienen claro que no deben entrometerse en asuntos élficos. El problema es que los elfos son incapaces de crear arte de cualquier tipo. Sin ir más lejos, el mero hecho de cocinar les puede hacer caer enfermos. Es por ello que se valen de los humanos para este tipo de tareas.
Isobel se dedica a retratar a los elfos y a plasmar en sus lienzos la opulencia y exuberancia que estos rebosan. Como moneda de cambio por sus pinturas, los elfos lanzan conjuros sobre ella que facilitan un poco más su vida y la de su familia. A pesar de que ya ha retratado a cientos de elfos, cuando recibe la noticia de que su próximo encargo es el mismísimo príncipe del otoño le da un vuelco el corazón. Isobel esperaba que el príncipe fuera la arrogancia personificada y, sin embargo, parece un elfo inocente y, lo que es más extraño, triste. La muchacha pone todo su empeño en que esa tristeza quede reflejada en los ojos del retrato, pero lo que no sabe es que así está poniendo en peligro la valía del príncipe y su permanencia en sus dominios. Y es que los elfos no pueden expresar emociones o la más mínima muestra de humanidad, pues es visto como un signo de debilidad. Enseguida se extiende la noticia, el caos comienza a tomar forma en la corte y la única forma de solucionarlo es que la propia Isobel viaje al reino del otoño y restaure la reputación del príncipe.
Con esta premisa, Margaret Rogerson realiza su debut en el mundo literario dispuesta a aportar un toque de originalidad a las historias de elfos. Sin embargo, la novela se queda corta en cuanto a ambientación, pues da la sensación de que falta profundidad y nos hubiera gustado saber más detalles del mundo en el que se desarrolla la historia y la magia que lo rodea. A pesar de ello, el estilo de la autora, sus descripciones y sus dos protagonistas compensan estas carencias.
Además, esta novela autoconclusiva tiene todo lo necesario para ofrecer una agradable lectura: desde una trama romántica hasta escenas de acción repletas de persecuciones, magia y criaturas fantásticas.