Todo comienza cuando la policía llama a la puerta de Álex y le comunica que su tío, Ian Rider, ha fallecido en un accidente de coche. Álex no le conocía demasiado bien, y desde luego nunca habría podido imaginar las increíbles consecuencias de su muerte.
Hay algo que Álex sí tiene muy claro: Ian Rider nunca habría cometido un descuido como el que, según la versión oficial, le costó la vida. Cuando el joven empieza a investigar por su cuenta, llama la atención de un poderoso organismo secreto, y sin poder hacer nada por evitarlo, Álex termina convertido en superespía.
Tras unas semanas de entrenamiento (expediciones por el desierto, granadas... lo normal para un chico de catorce años), Álex es enviado a Cornualles para infiltrarse en la sede de Sayle Enterprises. Su multimillonario dueño ha diseñado un revolucionario ordenador, el Stormbreaker, y en un acto de sospechosa generosidad, ha decidido equipar gratuitamente a todas las escuelas de Reino Unido con su nuevo equipo. La misión de Álex consiste en infiltrarse en la corporación y descubrir si el empresario está siendo tan altruista como parece... o si hay algo más oscuro detrás de su regalo.
Espía a la fuerza es la primera de las aventuras de Álex Rider, escritas por Anthony Horowitz. Más allá de los libros, es posible que conozcas esta historia por su adaptación al cine, Operación Stormbreaker, (2006) protagonizada por Alex Pettyfier.
Esta novela tiene todos los ingredientes de las grandes historias de espías: misterio, intriga y, por supuesto, mucha acción. El peligro acecha a Álex desde el primer capítulo, y el joven tiene que ingeniárselas para salvar su vida antes incluso de ser reclutado. Son precisamente sus impresionantes habilidades las que le llevan a terminar infiltrado en Sayle Enterprises, y de las que tendrá que echar mano en más de una ocasión para no ser descubierto... y asesinado.
Desgraciadamente, el relato de la primera misión de Álex ya no está disponible en librerías españolas, pero desde El Templo te animamos a que revises tus estanterías. ¿Quién sabe? Tal vez encuentres un ejemplar perdido (o escondido) de Espía a la fuerza esperando a revelarte información clasificada. Pero cuidado... podrían estar vigilándote.