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La extraña desaparición de Maxwell Beckett
Lisa Thompson

Crossbooks
Reseñas de novedades El Templo#82 (junio 2021)
Por Sebastián G. Mouret
1.248 lecturas

La vida de Maxwell está cambiando mucho últimamente y no precisamente a mejor. Sus padres discuten cada vez más y más fuerte, a veces sobre el dinero y a veces sobre el propio Maxwell y su mal comportamiento; su hermana Bex ha entrado de lleno en los quince años y ya no quiere saber nada del resto del mundo, y mucho menos de su hermano pequeño; los profesores amenazan con expulsarle del instituto si persiste en sus faltas y suspensos… e incluso la madre de Charlie, su mejor amigo, ya no les deja verse, porque lo considera una mala influencia.

En su defensa, no es que Maxwell se meta en problemas, sino que todo el mundo está en su contra. ¿Qué iba a hacer? ¿No romper la estatua del jardín de la señora Banks? ¡Había ofendido el honor de su perro! ¿No tirar los libros de matemáticas de toda la clase a la basura? ¡Llamarían a sus padres si entregaba los ejercicios sin hacer! Y ni mencionemos lo del cabezazo a Charlie. ¡Había sido un accidente! ¿Por qué nadie le creía?

Maxwell no puede más. Solo se siente querido por su perro Monster, el único que no le juzga y lo quiere incondicionalmente. Y un buen día, un día de esos que todo va mal, deseará desaparecer con todas sus fuerzas. Y, de repente, será como si nunca hubiese existido. Pero, ¿es eso lo que quiere? Y si no, ¿cómo resolverá el entuerto?

Lisa Thompson vuelve después del éxito que cosechó con su primera obra, El imprevisto caso del chico en la pecera, y lo hace con una novela de esencia muy similar. Soledad, infancia, sentirse incomprendido… Matthew y Maxwell son dos protagonistas con mucho en común. Pero en esta ocasión sigue el esquema clásico del «cuidado con lo que deseas, porque puede hacerse realidad».

La extraña desaparición de Maxwell Becket es como un abrazo tierno, aunque detrás de la premisa de misterio y fantasía se esconde un mensaje difícil. Nos habla de las infancias complicadas, de las familias hostiles, de personas que no encajan y de la psicología del «niño problemático». Nos ayuda a comprender por qué actúa o se comporta de esa manera, pero no para justificar sus actos, sino para empatizar con el sufrimiento que lo lleva a cometer esos errores.

El pequeño Maxwell no es el villano y tampoco es el héroe de su historia. Aunque es una buena persona... ¿no? Él cree que sí, pero cuando todo el mundo te odia, es complicado saberlo.