En el bosque ancestral de Brocelandia conviven humanos, hadas y duendes desde tiempos ancestrales. Los unos temen a los otros, por lo que únicamente los más osados se atreven a cruzar las fronteras que separan sus territorios. Solo los magos y los cuenteros, como Demne, conocen los oscuros secretos de estas criaturas.
Luned no encaja en la aldea sin nombre en la que vive: salvaje, indomable y testaruda, las malas lenguas susurran que es una cambiada, un trasgo que los duendes intercambiaron por la verdadera Luned cuando nació. Su entendimiento asombroso de los animales y las plantas le plantea dudas incluso a ella misma. Hasta que Demne llega a la aldea.
Demne le muestra a Luned un nuevo mundo gracias a sus cuentos y canciones, y especialmente gracias a la escritura. De este modo, ella descubre que puede dar rienda suelta a su imaginación y compartirla con el mundo, ya sea a través de dibujos o de palabras. Para desarrollar aún más su potencial, Luned decide seguir a Demne a la gran ciudad, Corberic, aunque ello suponga dejar atrás no solo a su familia, sino también su amado bosque.
A pesar de su ansia de conocimiento y su amor por las letras, las barbaries de la civilización van mellando la determinación de Luned, que cada vez echa más en falta la libertad que le proporcionaba el pasado, así como la conexión con la naturaleza. Los alrededores de Corberic están llenos de duendes, y ella oye sus llamadas. Parece una locura pero, ¿será el reino de los duendes la escapatoria que necesita?
Brocelandia, Corberic, el reino de los duendes... En apenas doscientas páginas Verónica Murguía nos introduce en un universo muy rico y variado, en el que las criaturas clásicas comparten protagonismo con otras menos conocidas rescatadas de la mitología o invenciones de la propia autora, como el Tristifer (personaje espléndido con una gran historia que merece la pena leer) o la Fata Titania.
Las descripciones detalladas se vuelven imprescindibles para comprender este mundo y la autora lo sabe, pues les otorga un gran peso en el texto. Además, en esta reedición ha revisado y pulido ciertos detalles de su escritura, cuidando al máximo cada detalle. Se recrea especialmente en la descripción de la naturaleza, lo que convierte a esta novela en una delicia para los amantes de la misma.
Así que ya sabes, si lo tuyo es la naturaleza y te sientes encerrado en las grandes ciudades, no dudes en adentrarte en las páginas de El fuego verde. Porque, como dice el dicho, si lo haces un árbol sonreirá al saber que hay vida después de la muerte.