«Así pues, le parecía evidente: Roma era belleza y guerra».
Antes de que corrieran ríos de tinta sobre las virtudes y contradicciones de Roma, antes de que Julio César gobernara y mucho antes de la unificación de Italia, un joven huía de una ciudad en llamas. Troya había caído en manos de los griegos y Eneas debía abandonar su hogar para salvar a su pueblo; tal fue el destino que en sueños le encomendaron los dioses.
Con el viaje de Eneas comienza un relato poblado de héroes, deidades y seres mitológicos que conduce hasta aquellos gemelos amamantados por una loba que fundarían la ciudad más grande del mundo. En el trascurso de varias generaciones nos cruzamos con Hércules, Flora o Marte —entre otros viejos conocidos— y descubrimos su conexión con esta parte tan determinante de la Historia universal, el origen del Imperio romano.
Aunque la narración sigue el orden cronológico, enlaza sin titubeos tanto leyendas y mitos como hechos históricos para ofrecer un rico tapiz literario. Así pone de manifiesto la otra cara de la Historia, con mayúscula: las historias imaginadas, las fábulas y cuentos que han sobrevivido durante milenios como un legado inmaterial.
Si conoces estos mitos fundacionales, el libro te ofrecerá una aproximación diferente al vincularlos narrativamente y situarlos en un mismo universo. En el caso de que seas nuevo, quizás te abrume de primeras por la abundancia de referencias y los saltos temporales. Aun así, seguro que en alguno de los episodios te reconocerás, pues si algo aseguran los mitos es que hablan de nuestros anhelos más profundos.
Giovanni Nucci se centra en ensalzar esa grandiosidad de la historia romana. Desde el mismo título, el autor promete un relato heroico y solemne, lleno de hazañas dignas solo de los seres más destacados. Este afán impide que se realice una revisión crítica de ciertos aspectos debatibles del canon, sobre todo en referencia a cuestiones coloniales y feministas. Como lector, has de valorar qué extraer de estas historias antiguas que, no obstante, muchas veces pueden iluminar nuestro presente de manera inesperada.
«Y entonces los jóvenes se amarán, y la vida continuará».