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Fundido a blanco
Andrea Abello

SM
Zona <20 El Templo#37 (diciembre 2013)
Por Marta Álvarez
6.614 lecturas

Sabrina está harta de todo. Su situación familiar es insoportable y los recuerdos del pasado la atormentan. Un día se da cuenta de que no puede más y decide escaparse de casa y coger el primer autobús para alejarse de allí. ¿Qué hará después? No tiene la menor idea.

Pero no tiene tiempo de decidir porque, minutos después de abandonar su casa, dos desconocidos la raptan. Y por si no fuese suficiente con el secuestro, unos enemigos misteriosos (y armados) persiguen a Sabrina y sus captores. Milagrosamente, los tres consiguen escapar, y la protagonista termina en un lugar llamado Corporación Entelequia, que al parecer tiene unos planes literalmente increíbles para ella.

Fundido a blanco es la novela debut de Andrea Abello, que a sus 16 años se ha convertido en la octava ganadora del Premio Jordi Sierra i Fabra. Este galardón es la apuesta principal de la Fundación Jordi Sierra i Fabra para lograr su objetivo de apoyar a jóvenes autores. Gracias a este premio, cada uno de sus ocho ganadores, además de dos finalistas, han podido ver su obra publicada.

La historia, que combina el misterio y la ciencia ficción con algunas dosis de amor, está bien construida. Quizá al acabar el libro el lector pueda apreciar algunos flecos sueltos en la trama, pero durante la lectura estos pasan inadvertidos. Respecto al romance, en esta novela surge de manera paulatina; nada de flechazos, amores a primera vista ni pasiones predestinadas. Se trata de una relación normal y corriente (dentro de los términos de la ciencia ficción), de las que se agradece leer de vez en cuando.

Fundido a blanco se lee muy deprisa, y al contrario de lo que pasa con otros libros de extensión más bien corta, la historia no adolece de un desarrollo poco profundo. Eso sí, la novela no se recrea en detalles sin importancia, y si buscas una trama con epílogos que alargan la historia sin aportar nada, este no es tu libro. La joven autora ha sabido organizar la información de modo que el lector siempre sepa lo suficiente como para no sentirse perdido en la historia, pero nunca tanto como para que se eche a perder el misterio. La intriga se mantiene en todo momento, y la emoción está viva hasta la última página.