Desde 2009 los fans de Flanagan hemos estado esperando una nueva entrega del detective más de andar por casa de todos los tiempos. Y si para nosotros, lectores, los años no pasan en balde, para Flanagan tampoco.

Flanagan ha crecido, su novia está al otro lado del charco estudiando y él planea entrar en Criminología en breve... pero la crisis se echa encima de la familia Anguera. De golpe y porrazo Flanagan debe decir «adiós» a la universidad y «hola» a la gestoría de un amigo de su padre, donde le ha encontrado trabajo. Pero nuestro detective favorito no quiere rendirse a tan gris futuro y decide empezar a buscar por su cuenta en agencias de detectives: en una de ellas le dicen que, si resuelve el caso de los gemelos congelados —que nadie ha sido capaz de desentrañar—, lo contratarán. Y Flanagan, ni corto ni perezoso, se presenta en Valldenás, donde ocurrió todo. Pero como viene siendo habitual en él, las cosas empiezan a torcerse cuando hace preguntas a las personas equivocadas.

Flanagan vuelve con el mismo saber hacer, el mismo humor y los mismos líos de faldas a los que estamos acostumbrados, pero con algunas diferencias: nuestro héroe ha crecido y sus inquietudes ya no son las de un adolescente. Y el caso en el que está metido es uno de los más complejos que hemos visto hasta ahora: lo llevará hasta el pueblecito de Valldenás, opresivo y silencioso, donde todo el mundo parece esconder algo. Y, aunque tendrá que esforzarse más que nunca para resolver el misterio de los gemelos congelados, contará con la ayuda del inseparable Charcheneguer, su amigo de correrías, y con el elenco de secundarios que suele aparecer en las novelas.

Los gemelos congelados es el regreso por la puerta grande de Flanagan. Asesinatos, corrupción, chantajes, misterios dignos de Cuarto Milenio y cocodrilos en pleno Pirineo es lo que podemos encontrar en la nueva novela de Andreu Martín y Jaume Ribera (con una mención especial a Àngel Esquius, personaje de otra serie de los autores).

Si ya conocías a Flanagan, no te pierdas Los gemelos congelados, y si es la primera vez que oyes hablar de él, ya estás tardando en leer No pidas sardinas fuera de temporada, el primer tomo de sus aventuras.