Barrio de Shibuya, Tokio. 1924. El profesor Eisaburo Ueno vuelve corriendo a la estación de tren, donde se ha olvidado de un paquete. Dentro, un cachorro de Akita Inu — raza conocida por ser el perro de los samuráis—, blanco como la nieve, medio muerto de hambre y frío después de dos días de viaje en tren, lo espera. Y es lo que se dice amor a primera vista. Hachiko, que así lo llama la familia, cada mañana acompaña al profesor a la estación de tren, y cada tarde vuelve al mismo sitio a esperarlo. Hasta que un día el profesor no vuelve, fulminado por una hemorragia cerebral, y Hachiko sigue esperando y esperando...
Hachiko. El perro que esperaba está basada en hechos reales, y esta novela es una aproximación fiel a la historia del Hachiko de carne y hueso y su profesor. Nos enseña una historia de amistad y fidelidad, pero también de cómo algo tan sencillo como una mascota puede cambiar la vida de una persona y sus allegados. Y es, por encima de todo, una historia que no tiene edad y que Luis Prats ha sabido plasmar en papel. Además, la edición viene acompañada de unas ilustraciones preciosas de la mano de Zuzanna Celej, cuyos dibujos también puedes encontrar en Los libros de A, de Josep Lluís Badal.
Puede que la historia de Hachiko sea la más conocida, pero no la única. En Escocia, Greyfriars Bobby, un Skye terrier, permaneció junto a la tumba de su amo durante catorce años; en Italia, el gato Toldo visita el cementerio donde descansa su dueño y le deja regalos, y en Cádiz, el perro Canelo llegó a esperar hasta doce años en la puerta del hospital a que su «humano», que falleció tras una complicación médica, saliera a buscarlo.
El personaje de Hachiko también ha aparecido en varias series, libros y videojuegos, pero quizá la más famosa es la película protagonizada por Richard Gere, Siempre a tu lado, Hachiko, y que te recomendamos. Y también te sugerimos una cosa: tanto con el libro o la película, ten a mano unos pañuelos, porque seas de lágrima fácil o no, acabarás llorando.