«Encuentra la Montaña del Espíritu del Mundo». Esas fueron las enigmáticas palabras que le dirigió Pa a su hijo justo antes de morir a manos de un oso. Torak no las entiende, pero se compromete a cumplirlas por la memoria de su padre.
Comienza entonces una larga búsqueda entre cordilleras, valles y montañas en la que Torak no estará solo: pronto encontrará a un lobezno que se convertirá en su leal compañero. No es casualidad, pues pertenece al Clan de Lobo y siente una extraña conexión con estos animales.
Gracias a la ayuda de Lobo, Torak consigue sobrevivir en ausencia de sus padres: aprende a cazar, a luchar y, sobre todo, aprende a escuchar lo que el Bosque quiere decirle.
Además, en su camino se cruza Renn, una muchacha del Clan del Cuervo, que le hará darse cuenta de que ha vivido aislado del resto de la humanidad y no conoce nada de los hombres. Con el tiempo comprenderá las razones por las que su padre lo crió al margen de los de su especie, y su vida cambiará drásticamente.
Michelle Paver nos traslada a un ambiente mágico en esta primera entrega de Crónicas de la Prehistoria: druidas, cazadores y criaturas ancestrales conviven en este mundo que representa al nuestro de hace unos seis millones de años.
Las cuidadas descripciones contribuyen a que el lector pueda sumergirse de lleno en la historia como un miembro más del Clan. La forma de organizarse de estos, así como su ropa y los utensilios que utilizan muestran un gran trabajo de documentación por parte de la autora, lo que da una mayor verosimilitud a esta historia, en la que combina fantasía e historia a la perfección.
En definitiva, Hermano Lobo alberga en sus páginas una aventura nada convencional, que gustará a lectores de todas las edades. Así que, si te apetece leer algo distinto, sin historia de amor pero con grandes dosis de acción, no lo dudes y dale una oportunidad a Torak. Las crónicas no han hecho más que empezar