En el otoño de 1880, cinco bebés desafiaron las normas del estricto orfanato Tulipán. El reglamento estaba claro: los niños se entregaban envueltos en una manta de algodón, dentro de una cesta de mimbre, en lo alto de la escalera.
No en una caja de herramientas, ni en un cubo de carbón o en un saco de trigo. Ni mucho menos en una cesta llena de emparedados y galletitas. Pero, por encima de todo, los bebés no se dejaban en un ataúd dentro de la chimenea. Milou fue la última en llegar, en tan extrañas condiciones, pero también la única con nombre. Para ella significaba algo: sus padres la querían.
Los niños crecieron sin ser adoptados; Lotta, Egg, Fenna y Sem, debido a sus extrañas dotes y rarezas; Milou, por su fe inquebrantable en el regreso de sus padres. Así, se convirtieron en una familia: los inadoptables. Hasta que un tipo de la peor calaña se alía con la abominable matrona para raptarlos... y separarlos para siempre.
Todos los ingredientes de los mejores middle-grade se reúnen en esta historia: el poder de la amistad, las aventuras, el viaje que es crecer y, cómo no, una pequeña pizca de magia. En esta ocasión no hacen falta criaturas mitológicas, porque el escenario de Ámsterdam y el estilo de Hana Took —que vivió allí de niña— ya nos trasladan a un mundo de ensueño.
La propia imaginación parece una protagonista más, encarnada en las inventivas teorías de Milou sobre su pasado, en los dibujos de Egg y en las ocurrencias del grupo para burlar a los adultos. Te garantizamos que querrás formar parte del elenco y preparar con ellos la obra de teatro.
Sí, los niños han preparado una función multitudinaria, pero shhh... es hora de escuchar lo que nos quieren decir y disfrutar de sus talentos. Si no te sientes como en casa, te devolvemos el dinero (en florines, claro).