«El arte de perder se domina con facilidad». Este verso inaugura el célebre poema de la estadounidense Elizabeth Bishop, y también De ira y amor, la novela ganadora del National Book Award de 2022 en la categoría de Literatura Juvenil. La pérdida une ambas obras, que buscan reconciliarse con la ausencia de personas, objetos, lugares y recuerdos.
Quizá conozcas a Sabaa Tahir por sus libros de fantasía épica; no obstante, esta vez se ha adentrado en un género muy distinto, la novela contemporánea, demostrando que, si bien crear mundos ficticios es complicado, requiere gran delicadeza capturar la peculiar belleza de nuestro mundo.
Todo comienza con Misbah, una joven de Lahore, en Pakistán. Sus padres han concertado su matrimonio con un hombre al que no conoce. Aunque todavía no lo sabe, a sus pies comienza un camino lleno de dificultades que la llevará a otro continente, donde creará un hogar en un pequeño motel en el desierto de Mojave, California.
Todo continúa con su hijo, Salahudin. Dicen que es normal sentirse perdido en la adolescencia, pero Salahudin se encuentra en un callejón sin salida. Todo lo que ama pende de un hilo: el motel está en números rojos, su padre es una sombra de sí mismo, perdido en la bebida, y su madre, a la que adora, está gravemente enferma. Incluso Noor, su mejor amiga desde la infancia, se ha distanciado de él tras lo que él llama «la Pelea».
No es que Noor tenga las cosas más fáciles. Toda su familia murió en un terremoto en Pakistán cuando era pequeña; fue su tío quien la salvó y la llevó a Juniper, donde ahora ambos son infelices. Noor desea con todas sus fuerzas ir a la universidad y escapar, pero los sueños frustrados de su tío se interponen en su camino.
A través de capítulos intercalados de Misbah, Salahudin y Noor, Sabaa Tahir pinta una imagen en la que convergen los sentimientos más primarios del ser humano: el amor, el duelo, la desesperación y la ira. Los protagonistas, seres abandonados a su suerte por el mundo, no sienten que su historia merezca ser contada, pero su intensidad y emoción, y la maestría con la que la autora refleja sus pensamientos, es inolvidable.
De ira y amor lidia con problemas de nuestra sociedad como la adicción, la pobreza, el racismo y la islamofobia, entre otros tantos que el lector debe descubrir a su debido tiempo. La religión ejerce un papel importante en esta novela: actúa como guía en momentos de necesidad y abre las puertas a una comunidad imprescindible en pueblos como Juniper.
Pero no todo es drama: también nos ganan los momentos de ternura, los chistes malos, las canciones de rock indie y palabras en urdu y punjabi que se comprenden sin necesidad de un diccionario. Incluso durante un crescendo final que nos acelera el corazón, nos encontramos deseando que la novela no termine. Una cosa es segura: esta historia se quedará contigo tiempo después de haber cerrado el libro, como el sabor del té que Misbah prepara con esmero.