Daniela siente un dolor que no acaba de comprender, un dolor que no es del todo suyo. Cada vez que se pone sus nuevos vaqueros siente el eco de otras voces: la de Kerim, la de Uma, la de Shuaib. Manos desconocidas que han trabajado en condiciones de esclavitud para transformar su dolor en unos pantalones. Esta visión, que atenaza a Daniela desde sus piernas, la anima a compartir su secreto a través de cinco cartas dirigidas a adolescentes activistas. Cinco cartas llenas de curiosidad, pero también de culpa, soberbia y voluntad de cambio. Y todo por unos vaqueros, nuevos y baratos, que contienen entre sus costuras todo el sufrimiento de la industria textil.
Jeans es una de las últimas incorporaciones a Lidera, una colección de Oxford fuertemente orientada a la prescripción escolar e integrada por novelas de temática social que llaman al lector a liderar el cambio. Una descripción así bien podría levantar nuestras alarmas (tenemos a nuestras espaldas demasiadas lecturas cargadas de didactismo y moralina como para que no sea así), pero sería un error, no obstante, que este prejuicio nos hiciera pasar por alto esta novela.
Jeans es mucho más que un simple pretexto para abordar la explotación laboral infantil. Es una mirada poética que atraviesa a un grupo de personajes coral para recorrer todas las fases de la cadena productiva con todas sus miserias, desde la recogida del algodón hasta la venta y el consumo de unos vaqueros. Es un viaje valiente, cargado de imágenes y sensaciones, que no tiene miedo de arriesgar ni de plantear juegos formales interesantes. La novela salta entre múltiples puntos de vista, alternando la narración convencional con la narración epistolar en las cartas de Daniela. Son estos últimos capítulos los que pueden llegar a pecar de didácticos no por su forma, sino por su voluntad de abarcar demasiados temas sociales en muy poco espacio y con cierta profundidad. Otros, en cambio, son mucho más crudos, y se atreven a mirar bajo la alfombra para narrar situaciones de explotación, de violencia, de despedidas, de encuentros, de esperanza. Y siempre, hasta en el instante más desolador, con una imagen muy humana como poso.
Mónica Rodríguez logra arrojar luz sobre los momentos más oscuros y dar vuelo poético a una cadena de sufrimiento sustentada por los más vulnerables en beneficio del poder. Y así, Jeans consigue, genuinamente, ser lo que se propone: una historia que nos alienta a alzar la voz y liderar el cambio.