Después de varias idas y venidas, de luchar contra muchos demonios y salvar el mundo, Alec y Magnus disfrutan por fin de cierta estabilidad. Viven en un lujoso loft de Manhattan y acaban de adoptar a un bebé brujo, Max. Sin embargo, en la vida de pareja de un brujo milenario y un cazador de sombras pocas veces dura la tranquilidad. Los enemigos del pasado aguardan y los demonios nunca llegan a su fin.
En esta ocasión, dos viejos conocidos irrumpen en su hogar para robar el poderoso Libro de lo Blanco, y de paso hieren a Magnus con un arma muy poderosa.
Todo apunta a que deberán evitar una vez más una tragedia mundial. Para ello, la pareja viajará (siempre que encuentren una niñera para Max) a Shanghái. Por suerte, no estarán solos: Clary, Jace, Isabelle y Simon lucharán junto a ellos.
El libro perdido, segunda entrega de Las maldiciones ancestrales, trilogía iniciada en 2019 por Cassandra Clare, la creadora del vasto mundo de Cazadores de sombras, y su ya célebre colaborador Wesley Chu, es todo un regalo para los fans. En esta historia, nos reencontramos con personajes muy queridos, por los que ya sufrimos hace unos años en la saga original.
La historia se sitúa en 2010, tres años más tarde del descenso que el grupo tuvo que hacer a los infiernos, pero antes de los sucesos de la trilogía Renacimiento. A lo largo de las páginas, temeremos de nuevo por estos personajes, por las heridas en apariencia incurables de Magnus, por cada vez que las relaciones de Clary y Jace, Simon e Isabelle peligren y, sobre todo, lo haremos cuando nos aproximemos, por fin, a la verdadera amenaza que desde el principio se ha cernido sobre el mundo de los cazadores de sombras.
A algunos lectores quizá les parezca que el ritmo es lento, que sobran páginas de las cerca de cuatrocientas que componen la obra, pero en los libros de Clare siempre hay cierto intimismo durante las guerras de los cazadores de sombras. Y es que, en mitad de la batalla, hay tiempo para despedidas, para reconciliaciones e incluso para risas.
El libro perdido es la secuela de Los instrumentos mortales que estábamos esperando, pero esta trilogía también funciona de forma independiente como una historia de fantasía oscura, repleta de detalles de un mundo en el que merece la pena adentrarse, al menos una vez.
Por Elena Romero