¡Cuidado, insensato! Esta es la reseña de la tercera parte de la saga Play. Si sigues con esto sin haber leído previamente Play y Show será bajo tu entera responsabilidad.
Y ahora que nos hemos quedado los auténticos seguidores de la saga. ¿Recuerdas dónde lo habíamos dejado? Aarón y Leo ya se habían librado definitivamente de Develstar, la explotadora empresa que los mantenía retenidos, exprimiendo hasta el último céntimo de su fama, y son libres por fin para hacer de su vida lo que quieran.
Leo no dudará en retomar su sueño: convertirse en un reputado actor y triunfar mundialmente, y Aarón, por su parte, liberado de las opresoras garras del mundo discográfico, dedicará su tiempo a disfrutar de la vida, de su dinero, de su novia violinista, de componer música sin rendir cuentas a nadie, o incluso de sacarse el carnet de conducir.
Sin embargo, el mundo no se olvida del fenómeno Play Serafin con tanta facilidad. Los paparazzi apuestan sin descanso en las puertas de su casa, y los fans los acosan donde quiera que vayan, sin poder dar dos pasos sin la protección de sus guardaespaldas. Será entonces cuando Ícaro, su extrovertido e insaciable amigo americano, les dé el respiro que tanto necesitan: un viaje por toda Europa, con todos los gastos pagados, por seis ciudades escogidas al azar. Cada uno podrá llevar un acompañante.
Personajes nuevos y viejos, amoríos por aclarar, besos por dar, nuevos sueños por cumplir y un viaje inolvidable tiñen esta novela, que nos transmite el sentido de la amistad y el amor, pero también los celos, la envidia, y el lado oscuro de la fama.
Empecé a leer Live con verdadero pánico, aunque Javier Ruescas ya nos había enseñado con Play y Show a no subestimarle, mostrándonos que segundas partes pueden ser mejores que primeras, y que debíamos confiar en su ingenio para dejarnos siempre con buen sabor de boca.
Pero nunca es fácil despedirse de una saga, y con esta tercera y última entrega de los hermanos Serafin, damos por concluida una historia repleta de sentimientos y realismo, que ha sabido mostrarnos el lado desconocido de las cámaras y los focos, donde las situaciones más comunes y espontáneas pueden volverse tu mayor quebradero de cabeza.
¿Serán capaces los hermanos Serafin de sobrevivir al mundo de la fama en vivo en y en directo?