Lucilla acaba de mudarse a Venecia con su padre Giulio. Ella cree que es un simple químico cuando en realidad es un mago alquimista, un nigromante; y la verdadera razón de haberse mudado a la ciudad de los canales es la búsqueda de un poderoso talismán, de una llave, que está escondida en la ciudad.

Venecia, la ciudad de la laguna, una de las más bellas del mundo, recibe a Lucilla con continuas lluvias, crecidas de la laguna y niebla. Así, la joven, algo resfriada y perdida en la ciudad, empieza a confiar en sus vecinos, ya que su padre desaparece cada vez con más frecuencia dejándola fuera del palacete al que se han trasladado. Hasta que una noche, su padre desaparece por completo, dejándole una misteriosa nota. Es entonces cuando la aventura y el misterio de la novela llegan de manos de Ploc, una mordaz, divertida y habladora gárgola que estaba trabajando para Giulio.

La autora italiana Cristina Brambilla consigue en La llave del alquimista una novela divertida y ágil, ambientada estupendamente en una Venecia húmeda y fantasiosa. La niebla que sube de la laguna, la gárgola parlante, los artilugios de nigromancia y la búsqueda del talismán consiguen atrapar al lector entre sus páginas. Sin duda, uno de los puntos fuertes de este libro está en su escritura: narrada a dos voces, la novela alterna los puntos de vista y el lector disfruta con la caracterización de los personajes de Lucilla y Ploc. El primer narrador es una tercera persona omnisciente que sigue en todo momento a la joven y el otro punto de vista lo aporta la gárgola Ploc, narrando en primera persona con un lenguaje mordaz, divertido y atrevido que le da el toque de agilidad y entretenimiento que necesita la trama. A pesar de que el ritmo se ralentizar hacia la mitad del libro, la intriga se mantiene hasta el final. Y si eso no te convence, seguro que Ploc, con su tono desenfadado y sus incisivas respuestas a Lucilla te persuadirá para acompañar a ambos personajes en su búsqueda del misterioso talismán por la ciudad de los canales.

No te queremos contar sobre la novela, ya que si no te desvelaremos el misterio. Pero si quieres divertirte con los diálogos de una gárgola algo cascarrabias y una niña cabezona o adentrarte en la Venecia más húmeda, oscura y mágica, no lo dudes más y déjate enganchar por la lectura de La llave del alquimista, de Cristina Brambilla.