Mia contempla exhausta cómo todo lo que creía seguro se desmorona, tal y como su corazón. Primero fue la ruptura con Álex, su novio y mejor amigo desde hace años, que le ha sido infiel con una actriz famosa. Después, la despiden de un trabajo que amargaba sus días, pero que le permitía salir adelante. Mia, con treinta y cuatro años y sin muchas perspectivas de futuro, deberá decidir qué hacer ahora con su vida. La ansiedad y la depresión son una constante en sus días y nada parece tan estable como lo era antes. Su mente deberá hacer clic si quiere aprender a quererse más a sí misma y a las nuevas e inesperadas oportunidades que la vida le presenta.

Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón recuerda a esas comedias románticas en las que una chica algo desastrosa conoce al posible amor de su vida. ¿La diferencia? En esta novela se habla del después, cuando la magia de la relación se ha perdido y resulta que el príncipe azul ha salido rana. La historia presenta la vida cotidiana de Mia tras su ruptura, mientras busca reconducir su vida y sigue los consejos de su psicóloga para olvidar a Álex. En ningún momento la voz de la protagonista resulta forzada, sino que es la más pura realidad, con ese contraste entre el drama y el humor tan propio de la vida. El eje central de la novela es la reconstrucción de uno mismo, por lo que en muchos momentos se convierte en una especie de libro de autoayuda. Primero, como el título indica, muestra el camino para recomponer el corazón después de una mala experiencia amorosa. Segundo, y seguramente lo más importante, el valor de cuidar la relación con nosotros mismos: querernos tal y como somos, no menospreciarnos, disfrutar de nuestros talentos y apartar todo tipo de relación tóxica.

Aunque en algunos momentos el ritmo de la historia decae, Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón es recomendable para aquellas personas que necesiten cerrar heridas del pasado o recuperar el amor por sí mismos