¡Cuidado! Esta reseña contiene spoilers del primer libro: Los ladrones de humo.
Rossarb ha caído.
La princesa Catherine, Ambrose, Edyon, Marcio y Tash han conseguido huir de la ciudad y, con el ejército de Brigant tras sus pasos, se dirigen hacia la peligrosa Meseta Norte. Allí, algunos de ellos se adentrarán en el mundo de los demonios: un lugar inhóspito y teñido de rojo donde los sonidos, colores y temperaturas se distorsionan y los túneles esconden innumerables secretos.
Edyon, acompañado de Marcio, viaja a Calidor para conocer a su padre, todavía sin saber que el chico del que se ha enamorado le ha estado mintiendo desde el principio. Por otro lado, el rey Aloysius, conocido por sus despiadadas torturas y batallas, ha capturado al príncipe Tzsayn de Pitoria, y no piensa detenerse hasta obtener todo el humo de demonio que desea, sin importar cuántos demonios tenga que matar por el camino. Desde que descubrió que el humo es capaz de aumentar la fuerza de los jóvenes está creando un peligroso ejército con el que se propone invadir todo el continente.
La segunda parte de esta trilogía se aleja de la intriga palaciega que caracterizaba el primer libro y se centra en el humo de demonio y la red de misterios que se esconden bajo la superficie de la Meseta Norte. El príncipe Tzsayn apenas aparece en la historia, lo cual desequilibra un poco el triángulo que se había formado en Los ladrones de humo, y nos deja con la sensación de no conocerle lo suficiente, pero llegamos a saber mucho más sobre otros personajes, como Tash. También hemos disfrutado mucho con el resto de protagonistas: Edyon y Marcio, con sus aventuras llenas de obstáculos inesperados; y Catherine y Ambrose, que se encuentran en la peligrosa línea que separa el amor del deber, pues Catherine aún está comprometida con el príncipe de Pitoria...
Con un ritmo similar al del primer libro, una gran cantidad de acción y el estilo cuidado de Sally Green que encaja perfectamente con la historia, El mundo de los demonios se devora en muy poco tiempo, y deja al lector con ganas de leer el siguiente libro, en el que se prevé un desenlace muy emocionante.