Es difícil describir la relación que mantienen Usune y Paul. ¿Son amigos, enemigos, o simplemente vecinos? A lo largo de sus vidas, han coincidido en la playa, en los astilleros, en el centro del pueblo, en el cine… Siempre de lejos, siempre a una distancia prudencial el uno del otro. Sin embargo, en el último curso del instituto no tienen más remedio que acortar esa distancia que desde pequeños los ha separado.
Y el mundo no dejaba de girar, de Susanna Herrero, es la novela ganadora del Premio Jaén de Narrativa Juvenil 2020. La delicadeza y el cariño con los que la autora describe la historia de amor que enseguida surge entre los dos protagonistas hace que como lectores conectemos enseguida con ellos. Porque esta es una novela de amor. Y no solo del romántico.
Usune y Paul viven el inicio de su romance felices, ilusionados, con la intensidad que caracteriza el principio de una relación. No obstante, Usune siente que no puede disfrutarlo del todo. ¿Cómo se gestiona la felicidad del primer amor junto a la tristeza de la enfermedad de un familiar? La autora alterna de manera eficaz esas dos tramas, haciendo que la lectura esté llena de emociones, que el lector sonría y llore.
Hay que destacar los detalles de la edición a cargo de Montena. Las originales cabeceras de cada capítulo, las notitas que Usune y Paul se envían durante las clases… Todo esto hace que la historia se vuelva más real y que la lectura sea más amena.
En
Y el mundo no dejaba de girar, acompañamos a sus dos protagonistas en uno de los tramos más importantes de sus vidas. El primer amor, los primeros pasos hacia el futuro que elegimos, el inevitable cambio, en ocasiones amargo, hacia la adultez…
Por su cercanía y su calidez, esta historia permanecerá con el lector hasta mucho después de leerla. Y es que casi todos hemos sido, somos o seremos como Paul y Usune