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El museo de los recuerdos robados
Ralf Isau

SM
Libros olvidados El Templo#63 (abril 2018)
Por Nuria Dam
2.760 lecturas
Los mellizos Jessica y Oliver Pollock despiertan con la sensación de que les falta algo. Ese algo no es ni más ni menos que su padre: al parecer, la policía lo está buscando por su posible implicación en el robo de una importante estatua en el Museo de Pérgamo, donde trabajaba de vigilante nocturno. A los hermanos les extraña mucho que su padre se haya dado a la fuga, y todavía más la posibilidad de que sea un ladrón… pero lo que menos comprenden es por qué no son capaces de evocar un solo recuerdo de él. Lo han olvidado por completo.
 
Comienzan a investigar y lo que descubren les deja de piedra. La estatua robada representaba a Xexano, un dios ancestral vinculado al reino de los recuerdos olvidados: Quassinja. Sin muchas esperanzas, los mellizos se cuelan en el museo y siguen las instrucciones que supuestamente lograrán abrir la Puerta de Ishtar, único camino al otro mundo. Oliver consigue llegar allí… pero Jessica se olvida al instante de la existencia de su hermano. Si no logra recordarlo, puede que jamás sea capaz de volver a la Tierra.
 
Ayudados por nuevos amigos, los dos hermanos tendrán que desentrañar las intenciones de Xexano, descubrir quién es en realidad y pararle los pies antes de que sea demasiado tarde. De lo contrario, no serán los únicos en olvidar todo lo que alguna vez fue importante para ellos.
 
Ralf Isau cuenta en El museo de los recuerdos robados dos historias paralelas. En primer lugar, la de Oliver, una aventura clásica de fantasía que tiene lugar en Quassinja. La imaginación rebosante del autor nos traslada a un mundo a veces de ensueño, a veces de pesadilla, habitado por personajes carismáticos y originales.
 
En segundo lugar está Jessica, que protagoniza una trama de misterios e investigación a modo de Indiana Jones urbana. La alternancia entre ambas partes es, quizás, demasiado espaciada, lo que provoca que el ritmo de la novela resulte un poco inconstante.
 
Lo más destacable, sin embargo, es el puente que une ambas historias: los recuerdos y el modo en que Isau logra que reflexiones sobre lo que significan de verdad. En Quassinja cobran vida. En la Tierra son motivo de dolor, sí, pero también de alegría. En ti, lector, puede que se conviertan en algo enteramente distinto… si te atreves a cruzar la Puerta de Ishtar.