Sarah vive en Brighton, tiene casi diecesiete años y un grupo de amigos inmejorable. Pero cuando empieza el nuevo curso, el último antes de ir a la universidad, algo cambia entre ellos: aparecen los primeros amores, ocurren las primeras peleas, las últimas escapadas, los primeros novios serios. Además Sara tiene algo que contarles: su primera experiencia sexual con Joe, un chico inglés que conoció en España durante el verano.
Lo que parece en un principio un amor de verano termina siendo una obsesión para Sarah, y esta situación la distancia de sus amigos. Los chicos se mantienen al margen, pero las chicas intentan por activa y por pasiva hacerle ver que Joe no corresponde los sentimientos que ella tiene por él. Sin embargo, todos los intentos son en vano.
A pesar de su argumento típico, no hay que subestimar esta novela. Nada es para siempre muestra una perspectiva totalmente distinta: la de una chica enamorada y ciega, que pondrá en riesgo todas sus amistades con tal de conseguir su objetivo: que él le haga caso. Pero pese a que hay momentos en la novela en los que la actitud de Sarah llega a exasperar, hay que reconocer que es una situación tan real como la vida misma.
Ali Cronin conoce bien el mundo adolescente, pues ha trabajado para la BBC Teen además de novelizar alguna que otra temporada de Skins, la serie inglesa por excelencia en lo que adolescencia se refiere. Si lo que te apetece leer es un tórrido romance, esta es la novela perfecta, pero no esperes encontrar un romance utópico ni una de esas historias con muchas tramas románticas que se entremezclan. La única protagonista es Sarah y su historia es bastante lineal.
La corta extensión de Nada es para siempre se agradece, convirtiéndose así en una lectura ligera y amena, perfecta para desintoxicarse tras una novela de mayor extensión. ¡Y nunca esta de más un poco de realidad!
Nada es para siempre es la primera novela de la serie Girl Heart Boy. Alfaguara ha publicado la segunda parte en febrero: Solo es un rumor. Esperamos que siga siendo tan realista y amena como la primera, aunque con una protagonista con la que sea más fácil identificarse.