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El Niño brujo
Molly Knox Ostertag

Harper Collins
La Comicteca de El Templo El Templo#65 (agosto 2018)
Por Nuria Dam
3.087 lecturas
Las chicas hacen encantamientos, pociones y piden favores a las plantas; los chicos se transforman en animales y luchan ferozmente contra los demonios. Así funciona la magia y así lo hará siempre.
 
El problema es que, por mucho que lo intente, Aster no consigue transformarse. Prefiere espiar las clases de las chicas a entrenar con el resto de sus primos, cosa que su familia no ve nada bien: el último hombre que intentó desafiar las leyes de la magia de aquel modo encontró un final terrible. Conocen la historia de primera mano porque se trataba de Mikasi, el hermano de la abuela.
 
Cuando el primo Sedge se pierde una fatídica noche en el bosque, todas las pistas apuntan a que un demonio acecha a la familia. Las sospechas se confirman pocos días después: dos chicos más desaparecen sin dejar rastro. Nadie sabe qué hacer ni por dónde empezar. Nadie… excepto Aster.
 
Y es que, por mucho que le digan que está mal, Aster cree que su magia puede ser esencial para conseguir que sus primos vuelvan a casa. Las flores le escuchan y es capaz de conjurar el agua para mirar a través de ella. Está convencido. Nació para ser brujo.
 
Cuesta creer que El niño brujo sea el primer trabajo en el que Molly Knox Ostertag se ha encargado de la historia además de la ilustración. Con unas pocas pinceladas logra asentar las bases de un mundo fascinante y misterioso. Acompañada por tonos evocadores para crear la mágica atmósfera de la casa familiar y rojos violentos para las escenas demoníacas, la historia logra impregnarse de un aroma propio, único, que se mantiene presente mucho después de cerrar las páginas.
 
El mensaje de tolerancia y aceptación que promueve merece mención aparte, así como el entrañable elenco de personajes que conforma la familia de Aster. Su aventura es perfecta para volver a creer en la magia: largos días de verano, familia, amistad, peligros ocultos más oscuros de lo que parecen y susurros de la naturaleza. Si te parecen los ingredientes perfectos para una poción, deberías adentrarte en el mundo de El niño brujo.