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Novela de ajedrez
Stefan Zweig

Acantilado
#PostureoClásicos El Templo#71 (agosto 2019)
Por Natalia Aróstegui
8.170 lecturas

Mirko Czentovicz, que ostenta el título de mejor ajedrecista del mundo, viaja a bordo de un transatlántico rumbo a Argentina. Comparte travesía con el señor B., un enigmático vienés que huye de la Gestapo. El primero es una persona huraña, un niño prodigio con una mente lúcida para el ajedrez pero inepta para cualquier otro tipo de disciplina; el segundo es un hombre discreto que afirma no haber jugado al ajedrez en décadas.

Sus vidas se cruzan cuando el señor B. coincide con un grupo de pasajeros que juega al ajedrez y les da un par de acertados consejos. Los jugadores ven entonces en él a un digno rival para Czentovicz, y organizan un duelo entre los dos en cuestión de horas. Durante la partida, el campeón descubre que su contrincante, un hombre aparentemente inseguro y nervioso, es capaz de ponerlo contra las cuerdas. ¿Quién es el señor B. y de dónde viene su pericia para el ajedrez?

Stefan Zweig conforma en menos de cien páginas una novela redonda. A través de una narración impecable, muy bien recogida por la traducción de Manuel Lobo, el autor austríaco aborda con precisión los entresijos de una mente enferma, distorsionada irreversiblemente por un retorcido juego de espirales.

La mayor cualidad de Novela de ajedrez es, sin duda, el trasfondo psicológico de los personajes y el retrato angustiante de una sensación tan primaria como el sufrimiento. No obstante, la obra maestra de Zweig es también una crítica, siempre sutil, de la pérdida de valores de la Europa de entreguerras y, desde el punto de vista narrativo, un buen ejemplo de manejo de la tensión y de la intriga.

Novela de ajedrez es una historia atemporal, pues Zweig reflexiona, a lo largo de sus páginas, acerca de algo que ha inquietado a todas las generaciones: cómo sobrevivir a nuestra propia mente.