Atención, lector. Esta reseña puede contener spoilers del primer libro.
En Estados Unidos, existe una tienda de ropa vintage bastante curiosa. Solo puedes acceder a ella por invitación y además, si te pruebas alguno de sus vestidos, podrás viajar en el tiempo y en el espacio y reencarnarte en la vida de su propietaria original. En su primer viaje, Louise Lambert, de doce años, se teletransportó al Titanic, convirtiéndose en Alice Baxter.
Después de salir airosa de su primera aventura, Louise Lambert vuelve a recibir una invitación de la tienda de ropa. Allí siguen Glenda y Marla, las extrovertidas dependientas, para ayudarle a buscar el vestido perfecto para el cumpleaños de su mejor amiga. A Louise se le antoja un vestido antiguo, pero las mujeres se oponen. Así que durante un descuido, la joven se lo prueba y es teletransportada a la Francia del siglo XVIII, en concreto, al momento en que Maria Antonieta ya es princesa tras casarse con el heredero, el futuro Luis XVI.
Durante su visita conocerá los secretos de la corte, sus fiestas y su falta de empatía con el pueblo, hambriento y furioso. La joven intentará persuadir a María Antonieta para que abra los ojos y les ayude, ya que para todos los allí presentes es conocida como Gabrielle, una de las damas más cercanas a la princesa.
Por otro lado, el comportamiento de la dama Adelaide hará levantar sospechas a la viajera fashionista. Y es que esa misteriosa mujer esconde un secreto totalmente inesperado.
Así comienza la segunda aventura de la joven fashionista, con personajes entretenidos y de lo más peculiares que llaman la atención del lector. Y aunque a veces la edad de la protagonista no concuerde con algunos comportamientos, deja de ser un personaje plano; evoluciona, no tanto como quisiéramos, pero lo necesario para hacer que la trama de En el palacio de María Antonieta mejore respecto a la anterior. Incluso sorprende con un giro inesperado hacia el final, abriendo la trama a otros aspectos y no reduciéndose solo a los viajes en el tiempo y en el espacio que Louise experimenta al probarse un vestido.
Este año la editorial Roca rebautizó el nombre de esta saga, antes llamada Louise Lambert y los vestidos del pasado por Una fashionista viajera en el tiempo, a la vez que reeditaba el primer título, El baúl del viaje, por A bordo del Titanic, más acorde con la historia y con el título original. Además, la edición del libro es una maravilla e incluye ilustraciones de los personajes y los vestidos, en tonos alegres, que dan color a la novela.
La siguiente entrega, The Time-Traveling Fashionista and Cleopatra, Queen of the Line, salió a la venta en Estados Unidos a principios de diciembre. Nosotros esperamos poder leerla el año que viene y saber cuál será la nueva aventura de nuestra fashionista favorita.