Todo el mundo tiene un plato de comida que le transporta a un lugar especial en su memoria. El de Sompong es la ensalada de papaya: cada vez que la come viaja a su adolescencia en Bangkok, a su paso por la escuela militar o a cómo la Segunda Guerra Mundial trastocó sus planes de dedicarse a los idiomas. Por eso, cuando su sobrina Elisa le pregunta por el plato en mitad de una comida familiar, Sompong no puede evitar contar su historia. Papaya Salad es la primera novela gráfica de la artista ítalo-tailandesa Elisa Macellari, quien nos regala la biografía real de su tío y de la odisea que tuvo que superar para poder regresar a su hogar en pleno conflicto bélico.

Elisa hace un trabajo excepcional tanto en la narración como en la ilustración de la novela. A pesar de tener un trasfondo bélico, no cae en polémicas ni efectismos y tampoco narra la crudeza de la guerra, aunque se pueda intuir. La autora prefiere centrarse en contar de manera sensible y emotiva las vivencias de su tío a través del efecto evocador de la comida. Además, trata temas como la tradición y la familia, pero sobre todo, el descubrimiento personal de Sompong y cómo sus experiencias recorriendo medio mundo moldean la persona en la que se acaba convirtiendo.

En cuanto a las imágenes, a pesar de utilizar una reducida gama de colores pastel, Elisa consigue crear unas viñetas preciosas, capaces de transportarte inmediatamente al exotismo y calidez de Tailandia.

Papaya salad es una novela gráfica aparentemente sencilla, pero no por ello poco emocionante, que está marcada por la sensibilidad de la autora y el cariño que guarda al relato familiar. No te podemos asegurar que el final te vaya a dejar un regusto a ensalada de papaya, pero sí una sonrisa en la cara y el deseo de visitar Tailandia. Además, por si te quedas con ganas de probar este típico plato tailandés, al inicio de cada capítulo se muestra uno de los ingredientes necesarios para prepararlo.