Federico Moccia es un autor italiano cuyas novelas han cautivado a los lectores que se decidieron a abrir sus páginas. Tres metros sobre el cielo, Tengo ganas de ti y Perdona si te llamo amor son sus tres pequeños, tres historias de amor con nombre propio que relatan los sueños y preocupaciones de la juventud actual, con personajes con los que podemos identificarnos o con los cuales recordar como éramos en nuestra adolescencia, cuando lo más importante era el fin de los exámenes y las fiestas con los amigos.
Nikki tiene diecisiete años, está cursando el último año de instituto y preparándose para la universidad cuando deja a su novio, quien no quiere ni oír hablar del asunto. Ella y sus amigas, Olly, Diletta y Erica, que se hacen llamar “las Olas”, viven a tope, sin preocupaciones, personificando a la juventud del “carpe diem”. Alessandro, de treinta y siete años, es un exitoso creativo de publicidad que creía tenerlo todo: un empleo asegurado y una vida sentimental perfecta... hasta que su jefe le obliga a demostrar su valía contra un recién llegado y su novia lo abandona sin previo aviso y sin darle una excusa que él entienda.
Leído hasta aquí, os preguntaréis... ¿qué tienen que ver Nikki y Alessandro? La respuesta es sencilla: un accidente en el que la moto de ella queda fuera de combate. Él se ofrece a llevarla al instituto, pero lo que en un principio iba a ser rellenar un simple parte de accidente poco a poco se convierte en algo más serio cuando Nikki, con su carácter optimista y su visión del mundo, va penetrando en la vida, y el corazón, de Alessandro. Aunque no todo parece tan perfecto a medida que su relación empieza a ser objeto de crítica entre los amigos de cada uno porque, ¿qué podría sostener una relación entre dos personas con una diferencia de edad tan grande?
Uno de los puntos fuertes de Perdona si te llamo amor lo encontramos en que el autor no se centra solo en la historia de Nikki y Alessandro, sino que también somos espectadores de las aventuras y desventuras de los amigos de los protagonistas y de otros personajes que no tienen nada que ver con la pareja principal. Veremos las dudas de Diletta, una chica tímida que nunca ha tenido novio y a quien sus amigas “las Olas” animan para que se fije en un chico, y asistiremos a la búsqueda de un ordenador pórtatil perdido lleno de relatos, entre otras subtramas que Federico Moccia teje y urde en el gran tapiz que forma Perdona si te llamo amor. Pero el autor no solo nos deleita con un sinfín de historias, sino que a través de las páginas de la novela podremos hacer una visita a Roma y conocer lugares como La Via del Corso o la playa de Fregene.
Federico Moccia nos relata, en un tono desenfadado y actual, una historia de amor que no conoce de limitaciones, tabúes ni edades, y que desde El Templo recomendamos. ¿Te unes al fenómeno Moccia?