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En la piel de Erica
Michelle Painchaud

Hidra
Reseñas de novedades El Templo#57 (abril 2017)
Por Ricardo Cuesta
3.258 lecturas

Erica Silverman fue secuestrada y asesinada hace trece años, pero esto nadie lo sabe. Todo el mundo cree que Erica simplemente desapareció.

Violet es de las pocas personas que conoce la verdad. Violet nunca ha ido a la escuela: todo lo que sabe se lo ha enseñado Sal, que para ella es como su padre. Desde que Sal la adoptó, se ha entrenado día y noche para convertirse en la mejor estafadora de Estados Unidos. Después de varias operaciones estéticas y de estudiar cuidadosamente el comportamiento de los jóvenes de hoy en día, Violet está preparada para suplantar la identidad de Erica.

La cuestión es que no es la primera vez que nuevas Ericas aparecen en escena, y es que los Silverman son una familia adinerada de Las Vegas en cuya casa se esconde uno de los cuadros más preciados por la mayoría de estafadores. Las anteriores Ericas fracasaron en su intento de conseguirlo, pero Violet está más que preparada: hasta las pruebas de ADN indican que ella es la verdadera Erica.

Así comienza En la piel de Erica, libro que ganó el premio a la mejor novela juvenil del año 2016 de la Asociación Internacional de Escritores de Thriller. Sin embargo, puede que el género thriller le quede un poco grande a esta historia, pues ni el misterio ni el suspense son elementos principales de la trama, que está más centrada en Violet y su evolución como persona.

Además de ser la protagonista de esta novela, Violet también es la narradora, y este es el mayor punto a favor de esta historia, pues en un solo personaje se unen dos caracteres muy distintos: el de Violet y el de Erica. Michelle Painchaud es capaz de reflejar con detalle esa dualidad de personalidades y la pelea interna que se libra dentro del personaje, donde Violet lucha por salir pero queda reprimida por la nueva Erica que ha creado. Sin embargo, el hecho de que la autora se esfuerce tanto en recordarnos esa doble identidad Violet/Erica le hace perder realismo al personaje.

El estilo de la autora no destaca por nada especial, ya que es ágil y sencillo y no se detiene en descripciones detalladas, lo que ameniza la lectura y hace de esta una historia fácil de leer, perfecta para robarte una tarde de lectura... a fin de cuentas, estamos tratando con auténticos estafadores.