«Los hechizos reales también están formados por palabras. Las palabras que alguien, mucho antes que nosotros, decidió escribir para componer una historia».

La Universidad de Magia y Elocuencia de Florencia lleva siglos dando clase a ese pequeño grupo de personas que pueden hacer magia. Una magia que sale de los libros, de esas frases que alguien memorizó mucho después de que se crearan y tuvieran el poder de cambiarlo todo.

Adrián Montes y Rhys Cooper van a empezar su primer año en la Universidad. Aunque ese lugar promete ayudarles a sacar todo su potencial, no pueden olvidar que, hace años, sus madres, amigas inseparables desde que se conocieron, murieron en los terrenos de la escuela en un accidente que siguen sin comprender.

Por si eso fuera poco, Adrián y Rhys no pueden ni verse. Hace tres años que no saben nada el uno del otro, desde que Rhys, por algún motivo inexplicable, dejó de ir cada verano a la casa de la abuela de Adrián en la Toscana para no olvidar su parte italiana. Pero, por mucho que quieran perderse de vista, alguien que conoce el motivo del accidente de sus madres ha amenazado con acabar con ellos. Los dos no tienen más remedio que dejar sus diferencias a un lado para averiguar quién está detrás de ese mensaje.

Como ya es costumbre, Silvia Aliaga vuelve a mostrar la importancia del arte, en este caso de la literatura, en su última novela. Para ello, crea una escuela de magia anclada en el pasado en una ciudad tan atemporal como es Florencia, y entremezcla hechos reales y ficticios que integran la magia en el mundo normal a la perfección.

Si bien los capítulos de la novela narrados por los demás personajes revelan una pequeña parte de la trama antes de lo que nos gustaría, las pequeñas pistas y los nuevos elementos mágicos lo compensan. También destaca el desarrollo de la relación entre los protagonistas y las que forman con su grupo de amigos, así como la nueva personalidad de personajes tan típicos como son los fantasmas de la escuela. En este caso, no son personas fallecidas, sino restos de magia que vagan por los edificios esperando que alguien no los ahuyente (o algo peor).

Prodigioso principio de amor es, ante todo, una novela para los lectores, para los que nos aprendemos las frases de nuestros libros favoritos y vemos su magia a través de las páginas y los años.