El día que cambiaría para siempre la vida de Vicente Friman comenzó con una mudanza. Otra más. Y es que, a sus once años, Vicente ya ha perdido la cuenta de las veces que ha tenido que cambiar de ciudad debido al trabajo de su madre. Está harto de tener que acostumbrarse a un barrio distinto y, sobre todo, de ser siempre «el nuevo».

Sin embargo, algo le dice que esta vez será distinta a todas las demás. En los últimos meses, su urbanización ha sufrido los ataques de una banda de adolescentes muy peligrosa que se hacen llamar Los Apaches. Nadie ha conseguido hacer nada contra ellos; nadie salvo Los Protectores, un cuerpo de policía secreto formado por niños. Policías de verdad, con placas y gadgets de última generación. Apenas sin darse cuenta, Vicente acaba metido en una complicada trama policial contra Los Apaches en la que él, sorprendentemente, es el eslabón principal.

Galardonada con el Premio El Barco de Vapor de 2016, Los Protectores es una oda al espíritu aventurero de los niños convencidos de que salvar el mundo y protagonizar misiones peligrosas e imposibles también está en su mano.

El punto fuerte de la novela reside, sin duda, en la trama. Estamos ante una historia inteligente y muy bien construida: la acción se desarrolla de forma que el lector no pierda el interés y refleja muy bien la crudeza del vandalismo juvenil. La manera en la que la novela aborda este problema da pie a que el lector adulto o joven reflexione acerca de la cuestión de la impunidad de los menores ante actos violentos o de acoso escolar, y pocas veces la literatura mezcla referentes infantiles, como el enfrentamiento entre bandas, con un tono de denuncia.

Pero este no es el único mensaje de Los Protectores. Vicente es el ejemplo perfecto de que una persona valiente no es aquella que no tiene miedos, sino la que, aun teniéndolos, consigue superarlos para hacer lo correcto. Dale una oportunidad a la historia de Vicente y verás que solo es cuestión de tiempo que tú también quieras ser uno más de Los Protectores.