Cuando era niña, Lo sufrió un accidente de coche muy grave. Sus padres no sobrevivieron. Su cara quedó desfigurada para siempre por una enorme cicatriz. Su hermana la abandonó cuando aún estaba convaleciente para unirse al Proyecto Unidad; la dejó sola.

Años después, Lo trabaja como secretaria en SVO, un periódico joven y transgresor en el que espera una oportunidad para demostrar a su jefe lo que vale como periodista. Su hermana ha rechazado todos sus intentos de establecer contacto. Tras presenciar el suicidio de una persona perteneciente al Proyecto Unidad, está más decidida que nunca a destapar la verdad sobre la organización y su líder, el carismático Lev Warren: que es una secta, y que deben ser detenidos.

Tras años de silencio para con los medios, Lev Warren accede a realizar una entrevista pública, pero solo si es Lo quien se la hace. Por supuesto, ella accede... y ya no hay marcha atrás.

Courtney Summers vuelve con una novela angustiosa y crítica tras Sadie o El último grito, ganadora de nuestros premios Templis en 2020. La violencia ejercida sobre las mujeres, la incomprensión social y la vulnerabilidad son temas que aparecen siempre en su literatura, y El Proyecto no puede ser menos, con una protagonista que también es una mujer joven que ha sufrido demasiado, y una trama tensa e inquietante.

Dos voces narrativas se entrecruzan para tejer esta novela. La de Lo, la protagonista, joven, herida y decidida, en primera persona y en presente; y la de Bea, su hermana mayor, triste y esperanzada, en tercera persona y en pasado. Bea completa poco a poco las piezas que faltan, ya que gran parte de la historia se desarrolla en la cabeza de Lo; asistimos a sus preguntas, su rabia y sus dudas. Sin embargo, según avanza la novela su voz se distancia y se difumina en los momentos más críticos, lo que resulta algo anticlimático, hasta un final que se resuelve en una elipsis, dejando muchas dudas.

A pesar de todo, esto no desmerece la novela, que brilla en los momentos más tristes, aborda sin titubear el lado más humano de lo terrible y nos plantea preguntas en las que vamos a pensar mucho tiempo.