Los campesinos que labran las tierras al sur de Camelot escuchan diariamente los cantos de una dulce voz. Poco se sabe de su dueña, apodada como la dama de Shalott, una persona misteriosa y solitaria que vive recluida en la vieja torre de la isla. Pero ella es mucho más que una leyenda.
Elaine de Astolat, una muchacha de alta alcurnia, fue víctima de una extraña maldición en su niñez, que impide que pueda contemplar el exterior sin poner en riesgo su vida. Su abuela materna, poco después de enterarse, decidió ofrecer a su nieta la torre como residencia, y un espejo mágico capaz de mostrar visiones de lo que es y lo que fue; el presente y el pasado de la historia de Camelot.
Mientras el tiempo pasa y el causante del mal que aflige a Elaine parece esconderse cada vez más, sus inquietudes y temores crecen. Pero un día, la aparición del caballero Lanzarote despertará algo en ella que creía imposible y la enfrentará a una complicada decisión.
Gema Bonnín nos presenta una reinterpretación de la leyenda de la dama de Shalott fiel al famoso poema de Alfred Tennyson, y consigue destacar por una prosa elegante y una ambientación cuidada al detalle, que nos transporta directamente al Medievo.
La novela avanza a buen ritmo, y aunque la historia puede resultar demasiado introspectiva en ocasiones, la autora lo compensa al entrelazar las vivencias de Elaine con capítulos que exploran diversos episodios del ciclo artúrico, de una forma original y coherente para la trama.
El punto fuerte de la obra es, sin duda, la complejidad de su protagonista. Conforme las páginas pasan y Elaine crece y madura, nos hace confidentes de sus miedos y su profunda tristeza, pero también de sus deseos, sus ideas y su pasión, de manera que logra involucrarnos por completo en la historia y nos demuestra su importancia como figura clave en el devenir del reino.
Aunque su argumento podría haberse desarrollado más en ciertos aspectos y el final resulte un tanto abrupto, Reflejos de Shalott es una historia entretenida, llena de sensibilidad y realismo que, además de hacernos reflexionar, da voz a un personaje mítico y quizá menos conocido dentro de la vastedad de las leyendas artúricas.