William Fox es un notable multimillonario americano cuyas redes de influencia abarcan casi todo el mundo. Pero por muy rico y poderoso que se sea, hay cosas que son inevitables y que la pequeña hija de este magnate muera parece una de ellas. Pero si algo ha caracterizado a Fox en su ascenso hasta la cima del éxito es su tenacidad y está dispuesto a remover el cielo y la tierra, si es necesario, para hacer que su pequeña vuelva al mundo de los vivos. 

John Person, profesor de etnología, pierde misteriosamente su empleo en la universidad de la noche a la mañana, de modo que cuando Fox les ofrece a él y a la psicóloga Isabella Verona trabajar para él en lo que parece una alocada búsqueda de un método fiable de resurrección, está convenientemente disponible. Otra misteriosa pareja se unirá paralelamente y en las sombras a la búsqueda, tratando de obstaculizar las investigaciones de los doctores. Se trata de dos hermanos, Bertrand y Jonás, que saben muy bien a dónde conduce el final del camino que John e Isabella acaban de empezar a recorrer.

Silvestre Vilaplana nos presenta un relato narrado desde dos puntos de vista: uno, el de John Person, nos muestra los progresos de esta investigación a contrarreloj para vencer a la muerte; el otro, el de Bertrand, va desmigando poco a poco el porqué de la necesidad de que esa investigación nunca llegue a buen puerto. Mientras que una línea narrativa es ágil y emocionante, haciendo que el lector desee que el relato siga avanzando, la otra pretende mantener tanto el misterio que llega a entorpecer la lectura del conjunto del libro. No obstante, creemos que la trama principal de la investigación de los doctores es lo suficientemente interesante como para que el lector se sobreponga de los parones que suponen los otros incisos y llegue al final deseando saber qué van a encontrar. Es por ello que desde El Templo te recomendamos que le des una oportunidad a Resurrección, porque una vez comiences su lectura querrás conocer cómo termina. ¿Qué habrá al final del camino? ¿Vida? ¿O tan solo más muerte?