Han pasado tres años desde la guerra civil, pero el «infortunio» del rey Nikolai continúa. Por todo Ravka están teniendo lugar una serie de sucesos, que algunos no dudarían en llamar milagros. Pero los milagros son exclusivamente cosa de los santos, quienes jamás responden; estos acontecimientos solo pueden ser obra de Grisha bajo los efectos de la Jurda parem. Ahora bien, la duda que carcome a Nikolai y Zoya, su ahora fiel consejera, es si la adversidad a la que el rey sigue enfrentándose pueda tener algo que ver con dichos «milagros».

A kilómetros de distancia, en Fjerda, una joven Grisha se esconde tras el nombre falso de Mila Jandersdat, como parte de un equipo enviado por el rey Nikolai para ayudar a escapar a aquellos que son como ella. Pese a su profundo dolor, la joven está decidida a enterrar el pasado y a plantar las semillas que traigan un futuro mejor para todos.

De los personajes principales de El rey marcado, dos vienen de la trilogía Grisha y uno de la bilogía Seis de cuervos, y solo en la segunda mitad de la novela se añade otro más, el único realmente nuevo. En Seis de cuervos la trama giraba en torno a un asalto que los lectores podían seguir con independencia de haber leído la trilogía original, pero en El rey marcado necesitas conocer los hechos ocurridos en el mundo.

Esta nueva bilogía es la culminación de las dos sagas anteriores. Así pues, El rey marcado es probablemente algo parecido a lo que terminará siendo la serie que prepara Netflix: el punto de encuentro entre ambas historias, la de Alina Starkov y El Oscuro y la de los seis integrantes de los Despojos. Esto obliga a Leigh Bardugo a tener que explicar y condensar en esta primera parte todo lo ya ocurrido tanto a nivel bélico como personal en las anteriores publicaciones.

Por mucho que El rey marcado pueda ser de sus novelas más «convencionales» en cuanto a desarrollo, Bardugo sigue teniendo mucho que aportar a la literatura juvenil por los temas que pone sobre la mesa. Además, es importante que los fans del Grishaverso lean este libro, porque el mundo sigue evolucionando; nada es lo que pensábamos, ni siquiera los personajes que creíamos conocer.

Esperamos impacientes lo que la autora estadounidense tenga preparado para la conclusión de la bilogía sobre nuestro rey favorito. Pero… no os engañéis, sin Zoya y «Mila Jandersdat», Nikolai no tendría nada que hacer.