Parker Grant pega una estrella en su puerta por cada día que no llora la muerte de su padre. Parker Grant nunca da segunda oportunidades, ni siquiera al chico al que más llegó a querer. Parker Grant desea sobrevivir al instituto junto sus mejores amigas. Parker Grant quiere correr más rápido del viento. Parker Grant es ciega... y puede ver mejor que tú.

Desde el punto de vista de los demás, la vida de Parker no es fácil. Pero ella no necesita ver para llevar la vida a cuestas y aun así hacer un esprint con ella. Solo necesita su mordaz lengua, su ácido humor y sus inviolables reglas para ser sobrevivir. O, al menos, eso creía antes de quedarse huérfana y verse obligada a vivir con unos familiares que prácticamente desconoce. Afrontar que su vida ha cambiado de la noche a la mañana no es más que el siguiente reto para alguien tan guerrero como ella. Pero descubrir la verdad sobre la muerte de su padre y reecontrarse con quien le rompió el corazón en el colegio la llevarán a darse cuenta que quizás la ceguera va más allá de sus ojos cuando la oscuridad comienza a extenderse por su corazón.

Con un título tan sarcástico como la propia protagonista, Si no te veo antes nos ofrece la peculiar voz de Parker Grant en un recorrido a través de un pasado, que vuelve para hacerla temblar, y un presente inestable, que deberá afrontar con la mayor entereza posible. La protagonista es un personaje único que brilla por sí solo: un cúmulo de ironía e inteligencia que desafía todos los problemas que se le puedan presentar. No tiene miedo a correr pese a su imposibilidad de ver y desestigmatiza su ceguera cubriendo sus ojos con extravagantes pañuelos. Parker nos demuestra la dureza de su discapacidad pero también nos enseña que es un ser extraordinario.

Gracias a la naturalidad de los personajes que la acompañan y una acción basada en hechos cotidianos, no se echa de menos la falta de descripciones a lo largo de la narración, apartando toda clase de prejuicios y mirando la historia desde el corazón. La novela refleja la vida de los invidentes desde la perspectiva de todas sus posibilidades pero sin olvidar las dificultades, en concreto las de una joven en sus primeros pasos hacia la madurez. Eric Lindstrom trae una lectura fresca y adictiva que revela cómo tener visión no es lo mismo que ver con claridad.