Los vientos comienzan a cambiar en Iwagoto, y nadie está preparado para ello. Una antigua leyenda está a punto de despertar, un dios Dragón capaz de conceder un deseo a aquel que lo invoque, y son muchos los que van tras ese poder. Yumeko es mitad zorro kitsune y mitad humana, y lleva toda la vida entrenando para controlar su naturaleza, pero cuando el templo donde vive es atacado y su maestro le encarga proteger una parte del pergamino con las instrucciones para despertar al dios Dragón, Yumeko deberá salir al mundo exterior después de toda una vida encerrada. Kage Tatsumi, por otro lado, es un peligroso asesino de demonios que lleva consigo una espada maldita, y que tiene como misión hacerse con el objeto que Yumeko protege. Sin embargo, las circunstancias los harán viajar juntos para poder sobrevivir al ejército de demonios y monstruos que los persiguen.
Esta novela sigue el clásico esquema del viaje del héroe, o heroína, en este caso. Yumeko debe ponerse en marcha para cumplir el último deseo de su maestro, que le ha dicho que está destinada a jugar un papel de vital importancia en el despertar del dios Dragón. Gracias al viaje que Yumeko y Tatsumi deben realizar para llegar a su destino, conocemos el mundo fantástico que la autora ha creado, y podemos disfrutarlo sin sentirnos sobrepasados por la información.
Julie Kagawa ha hecho un trabajo magnífico adaptando toda la mitología japonesa a un mundo donde seres yokai, fantasmas y demonios conviven con las tradiciones más mundanas de lo que era el Japón de los samuráis. Tatsumi, sin ir más lejos, es un cazador de demonios, pero también ha sido entrenado como shinobi, es decir, una especie de ninja. En él habitan tanto la parte fantástica como la parte real de la tradición japonesa, y es un gran ejemplo de la forma en que la autora casa ambas naturalezas a la perfección.
La sombra del zorro es el comienzo de la saga que lleva el mismo nombre, y como tal, es introductorio. Narrado desde el punto de vista de Yumeko y Tatsumi en primera persona, además de un puñado de capítulos narrados desde el punto de vista de una pequeña fantasma que vive en el castillo imperial, los protagonistas nos hablan de su viaje, y de la gente a la que conocen por el camino. Estos personajes secundarios apoyan y ayudan a avanzar la trama sin quitarles importancia a los protagonistas, y la convierten en algo mucho más redondo.
Iwagoto es un lugar repleto de secretos, de criaturas fantásticas y seres inolvidables. Si quieres conocerlos solo debes unirte a Yumeko y Tatsumi en su camino.