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Soy
Florencia del Campo

Barrett
Reseñas de novedades El Templo#77 (agosto 2020)
Por Javier Moriones
1.550 lecturas

«Me fui llorando porque fui con culpa. En cualquier caso, nadie lo notó: irse llorando no es estar llorando. No era un hecho puntual ni húmedo, era un estado constante y seco».

Lola vive en una actitud de duda constante: ¿qué quiere ser? ¿Por qué la ha dejado Alejandro? ¿Puede ser medio española, medio argentina, de aquí y de allí? ¿Qué es ser mujer? ¿Cómo ser una buena hija, una buena amiga? ¿Y este cuerpo, y este deseo? ¿Logrará ser independiente? En la vida de Lola, ser se ha convertido en una llamada de socorro.

En su último verano antes de empezar la universidad, Lola aborda esas cuestiones existenciales que la han azuzado durante meses. Un viaje junto a su mejor amiga para conseguir un primer trabajo en la playa hará que la duda se desate sobre ella: ¿quién es?

Narradora de su propia historia, la protagonista trata de hallar respuestas mediante un juego literario basado en la pregunta y la repetición que nos sumerge en espiral hasta el centro de su inquietud. Florencia del Campo se descubre con esta primera incursión en la literatura juvenil —escrita en 2011 pero inédita hasta este año— como una voz tremendamente prometedora: su estilo es original, su narradora resulta sincera, cercana y ofrece reflexiones ocurrentes e inteligentes, que conforman un texto lírico, urgente y necesario.

A partir de la identidad se alzan algunos de los pilares de la novela: el primer acercamiento a la sexualidad y el deseo, el sentimiento de no pertenencia, la orfandad a medias, el desengaño amoroso, la necesidad de independencia o la formación de una primera consciencia feminista.

Este abanico de temas queda reflejado con aparente sencillez en un texto ingenioso y divertido que recuerda a la calidez y el ingenio de novelas como las de Begoña Oro, además de a la cotidianeidad y realismo de sus diálogos. Las reflexiones de Lola se convierten en pequeñas píldoras de sabiduría diaria para afrontar una ruptura amorosa, la búsqueda de un primer trabajo o una conversación en una cena familiar. Un imaginario personal marcado por las películas que ve en Filmin, por sus inquietudes y dudas y por ese estado transitorio —lo que supone existir y ser, la vida— contado en primera persona.

Soy es la primera novela juvenil en el catálogo de Barrett, que nos ha regalado una estupenda edición donde María Luque ilustra la visión tan particular de Lola.