¡Cuidado! Esta reseña pertenece a una tercera parte de saga y contiene spoilers. Si nuestro consejo templario se entera de que no has leído Renegados y Archienemigos, serás inmediatamente neutralizado con Agente N.
Hace menos de veinticuatro horas, en el Cuartel General de los Renegados, Nova (alias Pesadilla) había logrado al fin, tras meses de trabajo como espía infiltrada de los Anarquistas, hacerse con el casco de Ace Anarchy, el arma que les permitiría acabar de una vez por todas con los Renegados. Nova había logrado, además, no solo salvar su vida, sino «proteger» la de Max Everhart, aunque también había presenciado como este casi se desangraba hasta la muerte. Pero de lo que no era consciente es que, al mismo tiempo que todo eso ocurría, en ese mismo vestíbulo el Centinela detenía a su tío, Ace Anarchy, el líder de los Anarquistas.
Si bien la identidad secreta de Nova permanece intacta —al menos hasta que Danna pueda desvelarla—, sus compañeros empiezan a sospechar que Pesadilla puede haber estado haciéndose pasar por una Renegada todo este tiempo, pues ¿cómo sino había logrado burlar la seguridad y contar con toda la información que parece manejar? Nova se está quedando sin tiempo; necesita liberar a Ace. Pero en contadas ocasiones las cosas salen como uno quiere, se sea un héroe o un villano.
Supernova es una extensa conclusión —algo a lo que Marissa Meyer nos tiene acostumbrados— a la que, en esta ocasión, le cuesta bastante arrancar: la autora repite el conflicto de la inminente revelación de la identidad de Nova, que ya ha ocupado gran parte de los volúmenes anteriores. Sin embargo, esto no hace del libro una lectura menos adictiva que las anteriores, aunque sí quizá una en la que hay más espacio para dudar de la verosimilitud de lo que en ella ocurre.
Pero, ante todo, Supernova es un final de saga satisfactorio, de escenas épicas —muy bien escritas—, en el que hay justicia poética para casi todos; y, además, es el volumen de la trilogía que mejor refleja las formas en que una sociedad limita la libertad de parte de sus ciudadanos.
Una vez salte la liebre de las identidades, no sabrás qué esperar. Adéntrate en Gatlon City por última vez, y lleva mucho cuidado, pues entre las páginas de Supernova encontrarás temor e incertidumbre, caos y guerra, amor y traición, egoísmo y altruismo, unión y misericordia… y segundas oportunidades, pero solo para aquellos que realmente las deseen.