¡Cuidado, lector! En esta reseña encontrarás spoilers de la primera parte, El vals de las hadas malditas.

Con el regreso de Eliss, la barrera que aislaba Éterdar del resto del mundo se ha roto. Pero no todo ha ido a mejor: la Rebelión de las Cinco Caras, el supuesto remedio contra las injusticias de la tiranía, ahora está fuera de control. Mientras Electra Shodou es aclamada por sus seguidores como líder, la asesina enmascarada Lágrima se prepara para una nueva misión que requerirá toda su pericia: silenciarla para siempre.

Por su parte, la Desveladora Jillian atraviesa el Camino del Éter hacia Larenta para arrojar luz sobre el misterio que envuelve al apellido Raurin. A su lado va Kelian, el guerrero exsheknita. Aunque partieron más unidos que nunca, su relación está sufriendo un distanciamiento progresivo y no solo por la falta de intimidad: la oscuridad persigue a Kelian y amenaza con devorarlo si no le pone remedio.

Por si no fuera suficiente, en su camino se interpone un nuevo demonio peligroso y letal, y los jóvenes pronto se verán atrapados en una encrucijada repleta de mentiras e intrigas donde humanos, demonios y hadas librarán una sangrienta guerra para alcanzar el poder.

El vals de las hadas malditas se publicó en 2019 y, tras tres años, su autor sorprende con una continuación que nos sitúa poco después de los acontecimientos del primer libro. Si bien uno de los puntos por los que destacó El vals fue por introducir una trama detectivesca dentro de una novela de fantasía oscura, esta entrega avanza por otros derroteros y da mucho más peso a la acción, al desarrollo de sus personajes y del mundo que les rodea. Lo que sí seguiremos encontrando es la pluma ágil y directa que caracteriza al autor y una trama llena de giros y suspense.

La obra mantiene a gran parte del elenco de la anterior entrega y, aunque acompañaremos a Jillian y a Kelian una vez más en sus aventuras, también se agradece que el autor alterne estos capítulos con otros en los que explora a personajes de los que apenas teníamos información, como la asesina Lágrima o los Hijos del Velo Sauce y Bash. Cada una de estas tramas nos llevarán por diferentes lugares de los Reinos Fábulos y aunque en principio parecen paralelas, a lo largo de la historia se complementan y entrecruzan como las piezas de un gran rompecabezas.

Si bien empieza lenta y en ocasiones puede resultar un tanto visceral, la obra no tarda en coger velocidad y engancharte hasta alcanzar un final que llega mucho antes de lo que nos gustaría, y promete una tercera parte aún más emocionante.