Tash Zelenka está obsesionada con Lev Tolstói, pero tan obsesionada que, además de tener un póster suyo en la pared al que de vez en cuando le hace preguntas, ha creado (y codirige) junto a su mejor amiga, Jack, una webserie titulada Unhappy Families en la que adapta y moderniza Anna Karénina.
De un día para otro, la adaptación se vuelve viral: detrás del inmenso nuevo flujo de público está Taylor Mears, una de las pioneras del mundo de las webseries con su Wuthering Bites, puesto que, en su último vlog, ha recomendado la hasta ahora no muy conocida Unhappy Families. Así pues, el canal de Seedling Productions escala hasta alcanzar casi los 50.000 suscriptores y el primer capítulo de Unhappy Families pronto supera las 80.000 visualizaciones.
Pero igual que el número de espectadores aumenta, también lo hace el de haters, y sobre todo lo hace la presión de todos esos ojos expectantes por ver qué harán las directoras con el final de la novela. Además, Tash, que también es vlogger, lleva un tiempo mandándose correos con Thom Causer, otro creador de contenido, y, cuando Unhappy Families recibe una nominación a los Golden Tuba, se dará la ocasión ideal para al fin conocerse en persona. Aunque Tash sabe con absoluta certeza que el sexo no entra en sus planes.
Tash Hearts Tolstoy abre con un epígrafe perteneciente a Anna Karénina que reza: «Yo pienso que hay tantos cerebros como cabezas y tantas clases de amor como corazones». Una cita cuanto menos apropiada para una novela que tiene por protagonista a una joven asexual romántica que, por mucho que se cuestione su lugar en el mundo, sabe quién es desde el principio.
A pesar de lo que pueda parecer, no se necesita haber leído el clásico para poder disfrutar de la novela de Kathryn Ormsbee. Tash Hearts Tolstoy se centra en hacer partícipe al lector de lo que es ser muy fan de algo, como las novelas de Jen Wilde o de Alice Oseman. Sin ir más lejos, esta segunda es una de las pocas autoras (junto con Claire Kann) que han visto traducidas alguna de sus novelas con representación asexual.
Puede que, en parte, por ello Tash Hearts Tolstoy siga siendo hoy día la novela más popular de Kathryn Ormsbee, a pesar de que ya han pasado cinco años de su publicación. Pero también juega a su favor lo liviano de la narración —por dramática que pueda volverse en algunas ocasiones— y cómo consigue absorber al lector desde las primeras páginas. De fondo se exploran los efectos de la enfermedad de una persona cercana y, en especial, el trabajar con amigos (y familiares) y conseguir que la fama no les vuelva a los unos contra los otros.
Por medio del viaje emocional de su protagonista, Kathryn Ormsbee nos enseña la gran relevancia de la honestidad para determinar qué es lo realmente importante y poder seguir adelante y, a fin de cuentas, ser felices por muchos bandazos que nos dé la vida.