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The Great American Whatever
Tim Federle

Simon & Schuster Books for Young Readers
Libros que no leerás en español El Templo#74 (febrero 2020)
Por Marta Álvarez
1.363 lecturas

Cuando era un crío, a Quinn le hablaron de «el viaje del héroe». Fue Ricky Devlin, su guapísimo vecino, su primer crush. Desde entonces, Quinn empezó a escribir guiones, un viaje del héroe tras otro, y su hermana dirigía las películas en el jardín. Pero ya han pasado seis meses desde que Annabeth murió, y con ella también se fueron las historias, los proyectos y, básicamente, las ganas de hacer nada. El guion de la vida de Quinn está estancado, y no tiene ni idea de cómo reconducirlo.

EXT. AZOTEA DE CARLY — NOCHE
Se oye el eco de la fiesta en el piso de abajo. QUINN mira al horizonte.

QUINN
Voy a matar a Geoff. No sé cómo me ha convencido de que saliera de mi habitación para esta estúpida fiest…

Se calla. Acaba de ver que no está solo en la azotea. Hay otro chico allí (AMIR), y le está sonriendo.

Quinn es un narrador cínico y lleno de humor, acostumbrado a ocultar su tristeza a base de burlarse de sí mismo y de su situación. Pero no puede seguir así para siempre. En la película de su vida, ha llegado el momento de un cambio de escena.

Además de haber escrito cuatro novelas juveniles que, de momento, no han llegado a las librerías españolas, Tim Federle comparte con Quinn su pasión por el mundo audiovisual: él es uno de los nombres que hay detrás de proyectos como High School Musical: The Musical: The Series o la película de animación Ferdinand. Sin embargo, en The Great American Whatever no encontrarás una historia inocente y dulce al estilo Disney; en ella, Federle aborda temas como el duelo o el sexo, sin perder de vista los dos favoritos de la literatura juvenil contemporánea: la búsqueda de la identidad… ¡y el romance, claro!

La relación de Amir y Quinn puede no ser tan idílica como las de otras novelas, pero nos gusta precisamente por eso: por su realismo. Porque tiene emoción, momentos incómodos, malos y buenos. Amir no lo es todo para Quinn, pero le ayuda a comprender algo muy importante: que la vida no es una película que se pueda planear de antemano. Que las cosas no siempre salen como uno quiere… y que no pasa nada.