Querido Peter K.:
¿Sabías al besarme que me enamoraría de ti? A veces pienso que sí. Un sí definitivo. ¿Sabes por qué? Porque crees que todo el mundo te quiere. Yo incluida. Te quería. Pero ya no.
Cuando Lara Jean quiere olvidarse de un chico, le escribe una carta de despedida y la guarda en una sombrerera que heredó de su madre. El método le funciona y ella está tan contenta, hasta que un día Peter Kavinsky aparece en su taquilla para pedirle explicaciones. Alguien ha enviado las cartas por error y Peter, como es lógico, piensa que se la ha enviado ella y que la ha escrito hace poco.
Lara Jean cree estar viviendo una pesadilla. Lo peor no es Peter (aquello pasó hace años y lo que él pueda pensar no le preocupa) sino Josh, el novio de su hermana mayor. Porque sí, también a él le escribió una carta, y ahora que Margot y él han roto, ese mensaje puede dar lugar a más de un malentendido. Porque Josh está olvidado. Olvidadísimo.
Como era de esperar, Lara Jean se mete en un lío tras otro por culpa de estas cartas. La situación da mucho juego y el libro está lleno de escenas ingeniosas y divertidas. Pero la trama también tiene una parte más seria: la madre de Lara Jean murió cuando las niñas eran pequeñas y Margot, que siempre ha cuidado de todos, se acaba de marchar a Escocia a la universidad. Este otro aspecto de la vida de la protagonista le da profundidad y realismo a la historia, pero también hace que las primeras cien páginas sean mucho más serias y melancólicas que el resto de la novela.
Hay que reconocer que A todos los chicos de los que me enamoré tiene un título y una sinopsis que llaman la atención. Es inevitable sentir curiosidad por saber quiénes son esos cinco chicos y cómo reaccionarán al recibir las cartas, y Jenny Han consigue desarrollar la historia con realismo y manteniendo la tensión romántica a lo largo de todo el libro. Quizá creas que sabes con qué chico se va a quedar Lara Jean, pero todo puede ocurrir en la segunda parte, P. S.: I Still Love You.
Si estos días te apetece una novela romántica, en A todos los chicos de los que me enamoré encontrarás unos personajes realistas y una historia que engancha.