¡Atención! Esta reseña contiene spoilers . Si te atreves a leerla, quizás el rey Quinten te eche el ojo a ti también…
A Hollis no le queda más remedio que dejar Coroa. Con el recuerdo de su amado Silas aún latente, se dirige hacia Isolte, donde la familia Eastoffe la recibe con los brazos abiertos. Pero está claro que toda norma tiene su excepción, y esta será Etan: un primo hosco que detesta a los coroanos con toda su alma.
Las tensiones crecen en la casa a la par que en el país: la familia Eastoffe puede tener el poder de derrocar a Quinten, el rey tiránico de Coroa. Pero no podrán hacerlo sin la ayuda de Hollis, quien tendrá una importancia vital en esta empresa. La chica deberá escoger entre los dos bandos y ser fiel a su decisión.
La traicionada es la segunda parte (y cierre) de la última serie de Kiera Cass, que empezó con La prometida. La bilogía cuenta con los ya habituales elementos novelísticos de la autora, como son un ritmo trepidante y un romance (y sí, una portada preciosa). Esta vez recurre al tropo de enemies to lovers: aunque se hace algo predecible, el amor entre esos dos personajes se cuece a fuego lento y resulta más que creíble.
Si la primera parte de la bilogía era más bien introductoria, esta está llena de acción. Las tramas palaciegas cobran una importancia vital; y, sin embargo, algunas se resuelven con demasiada facilidad en los últimos capítulos, mientras que otras se dejan abiertas.
Kiera Cass firma una historia sobre reinos lejanos. Aunque esta novela sea la despedida, quizás volvamos en una posible continuación, después de ese final algo abierto. Y si no, volveremos a recorrer los palacios de Coroa e Illéa.