La banshee llora: alguien va a morir.

El clan O'Laire es uno de los más longevos y respetados de Irlanda y, como tal, no les podía faltar un espíritu en la familia. Todo Kilcurling, el pueblo donde se asienta Maor Cladaich —la fortaleza familiar—, ha escuchado el sollozo de la criatura alguna vez. Aunque la experiencia pone los pelos de punta, no es eso lo que les preocupa: por primera vez, la banshee ha anunciado la muerte de una persona sin parentesco con los O'Laire: un amigo de la familia. Por pura superstición, nadie se acerca allí, y la miseria hace mella en la señora O'Laire y su única hija, que apenas logran sobrevivir.

En la isla vecina, el periódico Dreaming Spires, dedicado a la explicación científica de fenómenos paranormales, no goza de mayor estabilidad. Cuando reciben una misteriosa carta procedente de Kilcurling rogándoles su ayuda para resolver la inesperada muerte, Alexander, Lionel y Oliver ven la ocasión perfecta para salvar su publicación. Así, cargados con el saber de Alexander —que fabrica máquinas para contactar con espíritus—, el descaro de Lionel y el intelecto de Oliver, ponen en marcha una investigación muy peligrosa, en la que tendrán que enfrentarse a fuerzas sobrenaturales milenarias.

Victoria Álvarez nos traslada de lleno al fascinante comienzo del siglo XX. Destaca su capacidad para reflejar las diferencias entre las distintas sociedades de la época: mientras que vemos un Oxford industrializado y científico, heredero de la época victoriana, nos encontramos con una Irlanda mucho más agraria y mística. La autora consigue recrear unos ambientes muy vívidos, que incluyen hasta una pizquita de Egipto.

Aunque la trama se cierra a la perfección y el misterio queda resuelto, la autora es lo suficientemente hábil como para dejar algunos flecos sueltos que recoger en las siguientes entregas (Contra la fuerza del viento y El sabor de tus heridas).

Así podremos seguir la pista al variado elenco de personajes, que poseen tantos matices que preferimos dejar que seas tú quien los descubra. Pero ve con cuidado, en Tu nombre después de la lluvia se enamora hasta aquel que posee el corazón más frío... y el amor puede convertirse en maldición.