La juventud nunca ha estado más preparada que ahora, ni las comunicaciones tan desarrolladas. ¿Por qué, entonces, el sentimiento de soledad y desamparo es más grande que nunca? ¿Cómo se ha llegado a semejante depresión global, cuando las cosas se suponía que no podían ir a mejor?
Igual que Stéphane Hessel hace con ¡Indignaos!, un texto breve que ha sacudido a la sociedad francesa y se propone hacer lo mismo con la española, Tú, una novela del norteamericano Charles Benoit, señala con inquisición al lector y lo abofetea con una descripción nada edulcorada del mundo en el que vivimos, y del que somos demasiado culpables.
La novela acompaña a Kyle durante unos días decisivos de su vida, aunque él no puede imaginar lo que está por ocurrirle. No es que las cosas le vayan bien, sino que hace tiempo que aprendió a convivir con sus miserias: aborrece a los colegas, la relación con la familia tampoco es para presumir y el instituto lo saca de sus casillas. Los profesores lo encasillaron en el grupo de los malos y no puede hacer nada por salir de ahí. Aunque se esforzase, los resultados serían los mismos.
Por eso, cuando el nuevo chico de clase lo trata con naturalidad, tiene la esperanza de que su vida pueda mejorar. Sin embargo, la sociedad no olvida, y cuando decide que Kyle ya ha llegado demasiado alto, no lo dejará subir más. Si todos le cortan el paso, será impredecible acertar por dónde saldrá.
No leas este libro si buscas algo divertido. Tú es una historia dura, con páginas que se pasan a toda velocidad pero dejan huella, y un protagonista con el que es muy fácil identificarse, incluso en sus peores decisiones. El instituto no es como los de las series de televisión, y se agradece, aunque duele admitirlo, esta visión pesimista de la vida escolar, que se ajusta mucho más a la realidad. Charles Benoit ha puesto el dedo en la llaga con esta novela comprometida. De ti depende que la herida sane o sangre un poco más.