La mayor preocupación de Ana Dakkar debería ser la prueba final para los estudiantes de primer año de la Academia Harding-Pencroft, que se lleva a cabo el último fin de semana del curso. Sin embargo, cuando están de camino al lugar donde comenzarán el examen, Ana y sus compañeros son testigos de cómo su academia es víctima de un ataque y los edificios se derrumban hacia el mar, arrastrando con ellos a todos los que están en su interior. Entre esas personas se encuentra Dev, el único familiar que le queda a Ana después de la misteriosa muerte de sus padres. Pese a lo que acaban de presenciar, el profesor que los acompaña les ordena que sigan el plan designado y les advierte que no es un simulacro: ya no se trata de unas prácticas, sino de sobrevivir a una guerra.

A todo lo anterior se suman secretos que Ana ignora desde su nacimiento, pero que la convierten en alguien de tremenda importancia. Incluso su profesor hace hincapié en lo crucial que es su supervivencia, y encarga su seguridad a los compañeros y amigos que la acompañan. Por supuesto, es importante recordar lo mucho que le gusta a Rick Riordan jugar con el cliché de «el elegido», y esta no es una excepción. Ana Drakkar es una chica decidida, con dotes de liderazgo y sin miedo a enfrentarse a los plot twists que el autor lanza en su dirección.

Una de las características más positivas de esta novela autoconclusiva es su representación a múltiples niveles. Ana es de ascendencia india, Ester es autista, Halimah lleva hijab, y estos son solo algunos de los muchos ejemplos que van presentándose a lo largo de los capítulos. Pese a la dificultad de no perder a ningún personaje en un elenco bastante amplio, el autor está acostumbrado a permitir que todos brillen con luz propia, lo que hace fácil encariñarse con ellos.

Por otra parte, todas las referencias al mundo oceanográfico y a la novela de 20.000 leguas de viaje submarino, de Julio Verne, que ayudan a crear un ambiente más realista y detallado, coronan una novela llena del espíritu de la ciencia ficción que inundaba las aventuras del Capitán Nemo.

La última descendiente ofrece un final satisfactorio, pero deja abierta la posibilidad de encontrarse con Ana y sus amigos en un futuro próximo. Es un libro perfecto para los fans de Rick Riordan, de la ciencia ficción y del mar. En realidad, es un libro perfecto para todo aquel que quiera pasar un buen rato, así que lo mejor es echarle un vistazo y dejarse guiar hasta el Nautilus.