La vida de Vega Jane pende de un hilo: ha visto algo que no debería — Quentin Hermes, un compañero del trabajo, adentrándose en el Quag— y, aunque ha conseguido mentir al Consejo asegurándoles que no ha visto nada, algunos de sus miembros recelan de ella. Y es que el Quag y todo lo que le rodea es tabú, pues los wugmorts tienen prohibido acercarse a él. Y a pesar de la amenaza del Valhall —la cárcel en Amargura—, Vega investigará por su cuenta la desaparición de Quentin y descubrirá que todo en lo que ha creído siempre se tambalea ante ella.
Con Vega Jane y el reino de lo desconocido estamos ante un inicio de trilogía bastante prometedor, ya que reúne detalles para mantener al lector enganchado y con ganas de saber más, aunque su trama sea simple. Un pueblo receloso rodeado por el Quag —en el cual habitan animales de lo más terroríficos— y con un Consejo más próximo al de un estado totalitario que al de una democracia es lo que podemos encontrar en esta novela. El autor describe a unos personajes bien definidos en una ciudad opresiva llena de secretos.
Es cierto que en ocasiones puede resultar un poco confusa la terminología empleada por el autor: en Amargura no existen las palabras «día», «hora» y similares, y los habitantes tampoco se refieren a sí mismos como hombres, mujeres o humanos, sino como machos, hembras y «wugmorts». Aún así, poco a poco vamos desentrañando no solo las peculiaridades lingüísticas de este pueblo, sino los misterios y mentiras que rodean y sobre las que se erige Amargura y su historia.
David Baldacci es conocido por sus más de veinticinco novelas publicadas en el mercado adulto, algunas de ellas auténticos best sellers. Con Vega Jane y el reino de lo desconocido ha decidido dar el salto a la novela fantástica para jóvenes con bastante acierto.