Verne llama a las puertas de Philipot el boticario, al que pregunta por les femmes plante. Esto provoca su confusión de inmediato. El secreto que corre por las venas de la mujer del boticario, su hija y su nieta parece que ya no lo es tanto. Su mujer Melisa y su nieta Violeta son mujeres planta: están ligadas a una nepheas —una pequeña criatura que forma parte de ellas— y a un árbol de por vida, destinadas a convertirse en uno al morir. Lo que no saben ninguno de los cuatro es que con la inminente transformación de Melisa van a necesitarse los unos a los otros.
Ledicia Costas ha sido la ganadora del Premio Lazarillo 2015 por esta novela, escrita originalmente en gallego y publicada en castellano, en una cuidadísima edición, de la mano de Anaya.
La autora ha hecho un trabajo estupendo de documentación a la hora de inscribir una historia con toques fantásticos en los bordes de la realidad, en cierta forma escribiendo para contestar a todo aquello de lo que no tenemos documentación. ¿Qué ocurrió verdaderamente en la visita de Verne a Vigo?
De esta forma, con un estilo fluido y espontáneo, Ledicia construye una historia con unos personajes que nos llevan a rememorar la ternura de las lecturas de infancia. La relación entre Pierre y Violeta, el amor y lealtad de Melisa y Philipot o el espíritu incansable de Verne son algunos de estos ejemplos que tan bien encajan en esta nueva novela de aventuras del siglo XXI.
Verne y la vida secreta de las mujeres planta conecta las aventuras de tiempos pasados con el presente, con un lirismo especial, y nos da unos ratos de entretenimiento donde nos veremos transportados de lleno a las calles y el mar gallegos. Estamos seguros de que cuando leas esta novela estarás más pegado al libro que Violeta a su nepheas.