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Voy a contaros la nieve
Beatriz Giménez de Ory

SM
¿Solo para niños? El Templo#84 (octubre 2021)
Por Javier Moriones
1.590 lecturas

En el pequeño pueblo de Barinia, nevó durante más de tres años. Ventanas y puertas quedaron taponadas y, con el tiempo, los habitantes no recordaron otro paisaje que ese blanco interminable que convirtió los lugares conocidos en irreconocibles. El Bosque de los Abedules y Barinia quedaron atrapados entre un gigantesco muro de piedra y un precipicio del que no se ve el final. Los más jóvenes tejieron una escala de cuerda que les permitió abandonar el pueblo buscando tierras más fértiles.

Katerina y el Poeta, los padres de las siete Matrioskas, han sido los últimos en partir; abandonan a sus hijas para asegurar su futuro en otro lugar. Las siete niñas han quedado bajo el cuidado de Mushka, una vaca lechera, Coshka, una gallina, y Beshka, una oveja a la que hay que esquilar a diario. En Barinia queda también Vasilisa, la tejedora contadora de historias, que conoce los peligros del Jinete sin Alma y las misteriosas ondinas.

Pero han pasado ya varios meses, no hay rastro del Poeta y Katerina, la leña se ha acabado y las Matrioskas tienen que aprender a sacar sus castañas del fuego…

Beatriz Giménez de Ory, finalista con esta novela de El Barco de Vapor, se vale del folclore ruso para construir una historia sobre las narraciones orales. De la mano de vieja Vasilisa, las protagonistas conocen el terror del Jinete sin Alma, que vaga por los alrededores del pueblo aterrorizando a las muchachas, los peligros de hacer tratos con una ondina o la historia del niño que creció de una flor.

La narración principal actúa como relato marco y recupera este rico imaginario, trasladado a una ambientación detallada, un lugar mágico lleno de personajes fascinantes, que personifican leyendas, miedos y valores más antiguos que la nieve.

El estilo, de gran carga lírica, va acompañado de pequeñas poesías. Porque así es el mundo que imagina la autora: uno en el que los personajes pueden hablar poesía, en el que contar historias junto al fuego en un paisaje congelado es la única cosa posible que hacer y en el que la magia siempre estará de la mano de los personajes valientes y bondadosos.