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Entrevista a...

Alexandra Bracken

El Templo #86 (febrero 2022)
Por Carlota Bouwmans, Irene Vílchez Sánchez y Cris Menéndez
1.005 lecturas

¿Sabías que...?

  • Aunque ahora se dedica a tiempo completo a la escritura, trabajó durante seis años en el sector editorial (concretamente, en literatura infantil), primero como asistente editorial y más tarde en marketing.
  • Publicó su primer libro, Brightly Woven, cuando aún estudiaba en la universidad.
  • Empezó a escribir su primera novela en un NaNoWriMo y, a partir de ahí, le picó el gusanillo de escribir un poco cada día.
  • Sus libros se han traducido a unas veinte lenguas.
  • El símbolo que aparece en las portadas de la saga Mentes poderosas hace referencia a la letra griega psi (Ψ), la cual se ha relacionado a menudo con temas paranormales o el estudio de las habilidades extrasensoriales. 

 

Tu último libro, Lore, combina la mitología griega con el Nueva York actual. ¿Qué ventajas e inconvenientes encontraste al mezclar un mundo mitológico antiguo con uno moderno y tecnológico? ¿Y cómo fue tu proceso de documentación para la novela?

Acabó siendo un poco complicado cuando me puse a reflexionar sobre qué mitos quería incluir, más que nada porque hay muchos mitos y también muchas versiones de cada uno. Así que tuve que pensar las grafías de los nombres y las historias con las que los lectores estarían más familiarizados, de manera que si no sabes mucho sobre la mitología griega puedas seguir la historia igualmente. Además, también incluimos algunas guías de gran utilidad en caso de que no tengas experiencia con la mitología griega.

Una de las cosas que realmente quería explorar, que también tiene algo de relación con lo que preguntáis, es cómo el mundo antiguo y el mundo moderno chocan entre sí ideológicamente tan solo en términos de nuestras creencias y las formas en las que aún no hemos mejorado respecto al mundo antiguo (por ejemplo, en el trato a las mujeres y cómo se las juzga por la ira o ambición que manifiestan).

En cuanto a mi proceso de documentación, la mayor parte estuvo centrado en cómo vivían los antiguos griegos y cómo veneraban a los dioses. Pero, en general, gran parte de la documentación se basó en volver hacia atrás y releer todos los mitos

En la bilogía Pasajera, la protagonista, Etta, viaja lejos no solo en cuanto a distancia, sino también en cuanto al tiempo. Te graduaste en Estudios Ingleses e Historia. ¿Cómo moldean tus estudios la forma en la que ideas tus historias? ¿Cómo trazas la línea entre la ficción y la realidad?

Cuando iba a la universidad, cursé una asignatura maravillosa. Fui al College of William and Mary in Virginia, que se encuentra junto a una reconstrucción de los Estados Unidos del siglo XVIII. Así que había una pequeña ciudad colonial y la universidad al lado.

Y una de las mejores asignaturas que hice durante la universidad se centraba en explorar… Era como una excursión de todo el día, caía en sábado. Es algo un poco tonto, pero fue superdivertido. Fuimos a todos los sitios históricos locales (es decir, del Colonial Williamsburg), pero también de Virginia en general. Y el mensaje que más se me quedó de esa asignatura fue que se debe buscar a las personas que la historia ha olvidado, porque a menudo esta se escribe con unas ciertas intenciones y con unas ciertas narrativas para establecer un punto de vista o para ensalzar una población sobre otra.

Así que, al escribir Pasajera, quería mirar en los márgenes de la Historia y explorar las personas que tal vez el tiempo haya olvidado o amenazado; supongo que a las que haya puesto en peligro de ser olvidadas. Y en cuanto a la realidad y la ficción, me esforcé mucho en esa bilogía para ceñirme a los hechos. Pero a veces hay que alterar un poco las cosas para que funcionen con la trama, y no creí que a los lectores les importara que me tomara algunas libertades.

En el mundo de Mentes poderosas, los niños y los jóvenes obtienen poderes, y los adultos se sienten amenazados por ellos y hacen todo lo posible para controlarlos. Toca un poco la fibra sensible al compararlo con algunos sucesos que se han ido repitiendo a lo largo de la historia de la humanidad, incluso recientemente, cuando alguien en el poder intenta (normalmente de forma violenta) subyugar a otro grupo en auge. ¿Era tu intención reflejar este tipo de acontecimientos en Mentes poderosas? Si no es así, ¿en qué te inspiraste para esta historia?

Sí, sin duda me inspiré en cosas que ya habían sucedido en la historia, incluso en la rapidez con la que se crearon los campos en los libros y en lo maltrechos que estaban, en las terribles condiciones en las que se encontraban. Mi principal fuente de información sobre la rapidez con la que los Estados Unidos organizaron algo así fueron los campos de internamiento de japoneses durante la Segunda Guerra Mundial: la rapidez con la que se construyeron, las terribles condiciones de vida y lo injusto que fue para estas personas vivir allí. Así que quería que todo en la historia (excepto cuando se habla de niños con superpoderes, obviamente, es lo único que puede ser un poco inverosímil) fuera creíble, y por eso busqué en el pasado en lugar de tratar de inventar una situación completamente nueva.

En 2018 volviste al mundo de Mentes poderosas con El legado más oscuro, con Zu como protagonista. ¿Qué te llevó a retomar esos personajes? ¿Significa eso que tendremos más libros de Mentes poderosas en un futuro?

Pues buena pregunta. Nunca diría que no a más libros de Mentes poderosas, porque adoro a esos personajes con todo mi corazón. Me siento muy unida a ellos tantos años después y los echo de menos como si fueran amigos de la vida real. Suena un poco raro, pero…

Quise volver hacia atrás y darle a Zu su propia historia porque sentía que, de todos los protagonistas, Zu era la que tenía menos páginas, y acabamos sabiendo muy poco de ella porque, de hecho, no habla para nada en el primer libro. Bueno, sí, estoy intentando recordar si hay alguna escena en la que balbucea en sueños… Y ya está. Luego no aparece en el segundo libro, y solo la volvemos a encontrar en la última historia (Una luz incierta, el tercer libro).

Así que me apetecía mucho explorar el personaje y ver cómo, incluso en relación con el resto de personajes, había crecido en ese mundo y había vivido cosas desde muy temprana edad. Quería ver cómo eso la había hecho quien era, y, sobre todo, quería volver a estar en su mente, porque la echaba de menos. Espero que todo el mundo haya disfrutado del punto de vista de Zu.

Mentes poderosas se convirtió en película en 2018. ¿Cómo fue tu experiencia con el proceso al completo, desde la compra de derechos hasta el estreno? ¿Qué opinión tienes de la adaptación?

No estuve muy involucrada en la película, los productores lo decidieron así. Pero tuve la oportunidad de visitar el plató en los dos últimos días de rodaje, cosa que estuvo genial, y pude conocer al actor que interpretaba a Clancy, por ejemplo. De hecho, acabé conociendo a todo el mundo, pero muy rápidamente, de pasada. Y me probaron el vestuario y tuve un pequeño cameo en la película. Fue muy estresante grabarlo. No podría ser actriz. Fue muy vergonzoso lo estresante que fue para mí, y eso que no tenía ni una sola línea. Estaba sobre todo involucrada con la promoción y en otras cosas como debates, y pude ir a un prestreno muy chulo y ataviarme para ello, lo que fue muy divertido.

Es interesante porque considero que la película y el libro son dos cosas diferentes. Creo que la película hace mejor ciertas cosas (por ejemplo, haciendo que la historia fluya más rápidamente). Y en otras, siento que el libro lo hace mejor, porque puedes conocer más sobre el mundo. Tiene un poco más de, no sé si esta es la palabra adecuada, pero un poco más de tono, la veo un poco más cruda. Pero, en general, me encantan los actores. Creo que hicieron un trabajo increíble. Así que sí, creo que es una película divertidísima.

¿Te gustaría ver más historias tuyas en la gran pantalla?

Sí, por supuesto. Me encantaría ver Lore adaptada. Creo que sería una película genial. Siempre que se haga bien. No es algo cursi, solo que creo que a veces es muy difícil representar a los dioses en pantalla.

De hecho, tú has hecho el proceso contrario: has escrito la adaptación juvenil del Episodio IV de Stars Wars: The Princess, the Scoundrel and the Farm Boy. Dado que eres hija de un gran fan de Star Wars y pasaste tu infancia yendo a ferias y congresos, ¿qué significó para ti encargarte de escribir ese libro? ¿Cómo gestionaste el proyecto?

Me emocioné mucho cuando me lo pidieron. De hecho, me puse a llorar. También estaba muy nerviosa, porque había crecido yendo a convenciones de Star Wars con mi padre, y escribir el libro significaba mucho para mí, porque mi padre había fallecido entonces y no había vuelto a ver Star Wars porque me ponía muy triste. Y estaba un poco como: «Mmm, no sé si podré manejar esto emocionalmente entre la presión, la fecha de entrega temprana y, además, estar pensando en mi padre».

Pero acabó siendo muy bonito, porque me hacía sentir más unida a él al trabajar en ello y me lo pasé superbién. No tuve ni que consultar el guion cuando estaba escribiendo, porque, al parecer, me sabía la película de memoria. Eso sí, tuve que extraer algunas frases de la adaptación radiofónica y de otros textos originales, y pude visitar las oficinas de Lucasfilm. Me dieron su guía de estilo; así sé qué se escribe en mayúsculas, lo cual es algo superfriki que me encanta. Fue un honor trabajar en ese libro, y me lo pasé de maravilla escribiéndolo.

Incluso tu primera novela, Brightly Woven, se va a volver a publicar, pero esta vez convertida en una novela gráfica middle-grade. ¿Cómo te sientes con respecto a esta transformación? ¿Cómo se ha traducido Brightly Woven al lenguaje del cómic? ¿Qué tipo de implicación tuviste en el proyecto?

En realidad, este era un sueño que tenía desde hace años, prácticamente desde el momento en que la novela se dejó de imprimir por el cierre de la editorial original. Pensé que sería genial ver la historia en un formato diferente que fuera una experiencia totalmente nueva para los lectores que adoraban la novela original.

Como nunca había escrito una novela gráfica, trabajé con la adaptadora Leigh Dragoon. Hizo un gran trabajo tomando la historia y abordando ciertas cosas que yo quería cambiar, como hacer que la protagonista fuera más activa, que tomara las riendas de la historia un poco más, porque en la novela era muy pasiva.

Fue todo un reto averiguar cómo condensar esa historia en una novela gráfica. Pero es tan divertido y tan bonito. Me encanta.

A lo largo de tu carrera, ha escrito tanto sagas como libros independientes. También has escrito para diferentes públicos. ¿En qué se diferencian los procesos creativos de unos y otros. ¿Qué tipo de libro disfrutas más escribiendo?

Difícil pregunta. Todos tienen ventajas e inconvenientes, la verdad. Lo bueno y lo malo de un libro independiente es que, una vez que has escrito esa historia, ya está. ¿Sabes lo que quiero decir? No estás pensando en… No te sumerges inmediatamente en la siguiente historia. No estás pensando en lo que va a haber en el siguiente par de libros mientras escribes. Pero al mismo tiempo, estás muy triste porque te has encariñado con esos personajes. Y, de repente, te dices: «Adiós, supongo, tal vez os vuelva a ver».

Pero con una saga, es muy complejo estar al tanto de todo. Me encanta el reto de una saga, creo que, si tuviera que elegir, elegiría la trilogía tradicional. Sé que los lectores, actualmente, tienen opiniones muy divididas en cuanto a las trilogías, pero creo que hay algo muy bueno en ese formato de historia y en tener la acción creciente y las cosas que realmente impactan al fan en el segundo libro y luego la resolución en el tercer libro.

Pero sí, en lo que respecta a la escritura de los libros juveniles en comparación con los middle-grade para lectores más pequeños, es solo que… En los libros juveniles, siento que el personaje principal se va de casa y experimenta el mundo por primera vez fuera del hogar, mientras que en los libros para más pequeños el mundo sigue centrado en su familia y en su ciudad natal. Así que no es que haya menos espacio para explorar, sino que los libros dirigidos a jóvenes y los que están dirigidos a los que son más pequeños tienen una mentalidad diferente y unas prioridades distintas. Ambos son muy divertidos de escribir. Creo que puedo hacer mucho más humor en los middle-grade, así que lo disfruto mucho.

Coordinas un club de lectura en Slack llamado «The Brackfast Book Club». ¿Nos podrías contar algo acerca de él? ¿Cómo surgió la idea? ¿Cómo ha sido tu experiencia hasta el momento?

El año pasado, con todo esto de la pandemia, estaba estresadísima y me sentía un poco como «no estoy leyendo nada, noto que no estoy trabajando, me siento muy aislada de los lectores». Pregunté en Instagram si a alguien le apetecería hacer el club de lectura. Podríamos leer libros y hablar de ellos semanalmente, como si fuera una sección, y un puñado de gente dijo «Venga, me apunto».

Normalmente elegimos un libro diferente al mes y hablamos de él dos o tres veces. Solemos debatir los domingos. Es una buena manera de mantener el contacto con todo el mundo, de ver cómo les va. De verdad, fue una conexión maravillosa con todo el mundo, especialmente el año pasado, cuando las cosas todavía estaban tan difíciles.

Para cerrar la entrevista, ¿qué es lo próximo que tienes en mente? ¿Podrías darnos una exclusiva de tus proyectos actuales y futuros?

Sí. Actualmente estoy trabajando en un proyecto llamado Silver in the Bone. Se publicará en español. Es parecido a Lore, está ambientado en el mundo moderno y usa la mitología y el folclore. Pero en este caso se trata de una especie de tradición celta, galesa y artúrica. Así que es muy diferente. En parte, está ambientado en Avalon. Es la historia de una chica que trata de romper una maldición sobre su hermano y está en una especie de carrera contra el tiempo y los hechiceros y un montón de cosas más. Así que es… Diría que es más bien una aventura en comparación con Lore, pero espero que todo el mundo esté de acuerdo en qué incluso así tiene algunos giros bastante buenos.

¡Muchísimas gracias!

Muchísimas gracias por vuestras preguntas. Sois muy amables. Gracias.