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Entrevista a...

Cassandra Clare

El Templo #16 (julio 2010)
Por Carlota Echevarría
9.541 lecturas

Es evidente que una portada bonita es una gran ayuda a la hora de vender un libro. ¿Qué opinas de tus portadas? ¿Crees que han ayudado a que los libros se vendieran? ¿Crees que habrías vendido más o menos con una portada tipo Crepúsculo? ¿Cuál es tu favorita?

Creo que, para bien o para mal, una portada puede hacer que un libro se venda o que no. He visto libros muy buenos con una portada mala, y nadie los lee.

Creo que fue una buena idea no poner a mi libro una portada como las de Crepúsculo. Escribí mi primer libro y el editor lo compró antes de que se publicara la saga de Stephe­nie Meyer, pero salió uno o dos años después, cuando todo el mundo estaba sacando libros con portadas parecidas. Cuando entrabas a la librería todo lo que veías era rojo, negro y blanco, y mi portada, que era dorada y bri­llante, destacaba por encima de las demás. Creo que eso fue muy inteligente por parte de mi editor.

De las portadas que ya hay ahora, mi favorita es la de Clockwork Angel, pero la portada de City of Fallen Angels está quedando muy bien…

¿Pudiste opinar acerca de ellas?

La verdad es que no, al menos no de las tres primeras. Mi editorial me las mostró una vez las tuvieron hechas y no pude cambiar nada. Sin embargo, para la nueva serie añadí una cláusula en el contrato en la que especificaba que yo tenía que aprobar las portadas previa­mente. Por eso la que más me gusta es la de Clockwork Angel, porque me dejaron dar mi opinión sobre ella.

¿City of Fallen Angels es una novela independiente o comienza una nueva saga?

El libro comienza dos meses des­pués del final de Ciudad de Cristal. Re­cupero a los personajes que todos cono­cemos para ver cómo han proseguido sus vidas desde la gran batalla final. Todavía no puedo decir si será una novela suelta o el comienzo de una nueva saga. Es algo que estoy discutiendo ahora mismo con mi editor. Pero me encantan los personajes de Cazadores de sombras y me gustaría pasar más tiempo con ellos.

¿Sabes que hay una ciudad española que se llama Alicante?

Sí, aunque la mayoría de americanos no lo saben y sólo me lo menciona la gente espa­ñola (risas). Todos los nombres de los lugares que aparecen en el libro son reales, e intenté que en Idris hubiese cierta mezcla. La idea es que, seas de donde seas, puedas encontrar algún nombre que te sea familiar, que te re­cuerde que los cazadores de sombras provie­nen de distintas partes del mundo.

Pero sí, las únicas personas que me pre­guntan si sé que Alicante es una ciudad espa­ñola son los españoles. Me parece que es una palabra muy bonita, así que la tomé prestada, pero nunca he estado en Alicante.

¿En qué proceso se encuentra actualmente el proyecto de la película de Ciudad de hue­sos?

Acabo de recibir el guión para que lo revise, pero todavía no he tenido tiempo. El siguiente paso es encontrar al director ade­cuado. Me han pedido algunas sugerencias y yo he mencionado a Guillermo del Toro, aun­que lo veo complicado porque siempre está muy ocupado (risas).

 

¿Y la novela gráfica?

Están trabajando en ella. Lo más com­plicado fue dar con un ilustrador adecuado, pero en cuanto Nicole Virella nos envió sus bocetos de Jace y Clary supimos que ella sería la elegida. De vez en cuando me piden fotos o descripciones de algunos lugares puntuales en Nueva York para pintarlos con la mayor fideli­dad posible, pero en general trabajan por su cuenta.

¿Qué nos puedes contar acerca de tu nueva saga, The Infernal Devices?

Puedo deciros que se sitúa en la época victoriana, en Inglaterra, y cuenta la historia de una chica llamada Tessa que descubre que es una cazadora de sombras y que va a Ingla­terra en busca de su hermano. Es una historia de amor basada en Historia de dos ciudades, de Charles Dickens.

¿Cómo afecta la nueva ambientación (en el Londres victoriano) a la historia y los perso­najes?

La nueva ambientación implica que Tes­sa tiene que ser muy distinta a Clary porque ha crecido con unos valores diferentes. Clary puede meterse en una pelea, tomar sus pro­pias decisiones, insultar a Jace… Tessa tiene que encontrar un modo de comportarse como una señorita y a la vez luchar contra demo­nios. Por otro lado, he querido ambientarlo en Londres porque es una de mis ciudades favo­ritas, y porque durante la época victoriana no tenían los artilugios ni las sofisticadas armas de nuestro tiempo para pelear. Fue muy inte­resante investigar cómo trabajaban entonces los cazadores de sombras.

En cierto modo parece que la religión no es un tema de moda y en los libros de fantasía suele evitarse, sin embargo Simon es judío y el tema sale a relucir en algunas partes de la saga. ¿Cómo se relacionan religión y magia en un Londres victoriano donde toda la alta sociedad era creyente? (la respuesta contiene spoilers del segundo libro)

Los cazadores de sombras no son cristia­nos: adoran a un ángel, no a Dios. Como Tessa no ha crecido entre los cazadores de sombras, le sorprende mucho ver que no son religiosos, que no bendicen la mesa antes de comer, etc. En ese momento la religión estaba mucho más presente en la sociedad que ahora.

La razón por la que hice a Simon judío es porque nunca había leído un libro en el que hubiese un vampiro judío, así que pensé que sería divertido tener un vampiro a quien no afectasen las cruces porque, bueno, esa no es su religión.

Estoy segura de que Jace tiene muchas fans. ¿Habrá un personaje como él en la nueva saga?

Bueno, es diferente porque, en lugar de tener a Jace, que es muy sexy, y a Simon, que es muy simpático, tenemos a dos chicos que son mejores amigos y que, cuando apa­rece Tessa, se enamoran de ella. En Estados Unidos se han repartido algunos ejemplares del libro. He preguntado a los lectores cuál de los dos chicos les gusta más y la cosa está muy igualada. A la mitad les gusta Will, que es parecido a Jace (de hecho es su antepasado) y es muy guapo, sexy… y a la otra mitad les gus­ta Jem, que es muy dulce, serio y misterioso. Tendréis que leer el libro y decidir cuál de los dos os gusta más.

¿Crees que hay una sobreexplotación de fantasía urbana en la actual literatura fan­tástica?

Creo que lo curioso es que se está pu­blicando muchísima fantasía urbana, al menos en Estados Unidos, y la gente no se cansa de ella. Sigue estando en las listas de bestsellers. Esto seguirá siendo así hasta que la gente se canse de leerla, y no sé cuándo ocurrirá eso.

 

¿Tienes pensado escribir algo diferente a Cazadores de sombras o vas a seguir con el mismo universo que has creado, como hace Tamora Pierce? Y la pregunta opuesta: ¿no crees que echarás de menos escribir sobre Jace y Clary?

Sí, tengo un proyecto pensado, pero aún no he empezado a trabajar en él. Es una versión de Orgullo y prejuicio en el mundo actual. Se llama Pemberly High y transcurre en Los Ángeles. No es de fantasía y me gus­taría que fuese una novela alegre, divertida. Pero no tengo tiempo de trabajar en ello aho­ra mismo.

Supongo que siempre echaré de menos a mis personajes, pero me gusta dejarlos en el lugar correcto de la historia. Cuando crea que he dejado a Jace y Clary en su sitio, deja­ré de escribir sobre ellos. De todas formas, no sé, siempre puedo volver a escribir sobre ellos más adelante.

Creo que todos los lectores tenemos ganas de seguir leyendo sobre Jace y Clary. Al prin­cipio pensaba que el cuarto libro iba a tratar sólo de Simon, pero he leído en tu web que Jace y Clary también son importantes en la historia.

Sí, también van a aparecer en este cuarto libro, y de hecho uno de los dos estará en la portada, pero no te puedo decir cuál. No queremos que la gente piense que el libro trata sólo sobre Simon porque, aunque sí ad­quiere algo más de protagonismo, la novela también trata sobre Jace y Clary.

¿Qué influencia crees que ha tenido tu in­fancia (viajando de una ciudad a otra) en tu obra?

Creo que viajar por todo el mundo sin pasar mucho tiempo en el mismo sitio ha fo­mentado mi interés por la lectura y también ha hecho que leyera libros muy diferentes. A veces pasábamos una semana en un hotel y leía cualquier cosa que hubiese por allí, así que acabé leyendo un montón de libros que de otro modo no conocería. Eso me hizo dar­me cuenta de que en la literatura puedes ha­cer prácticamente lo quieras.

Una de mis series de la tele favoritas es Buffy cazavampiros, pero siempre pensé “¿No es un poco extraño que sólo haya una Buffy, que viva en California y mate vampiros allí? ¿Qué pasa en el resto del mundo? ¿Tienen que acabar con los vampiros ellos mismos? Porque esto obviamente es un problema que afecta a todo el mundo…” Así que quería que en mi li­bro hubiese cazadores de sombras por todo el mundo, que quedase claro que todo el mundo está incluido en la historia.

¿Cuáles son las influencias literarias de tu saga? ¿Harry Potter? ¿Buffy cazavampiros, quizás?

Desde luego estas dos series me han influido mucho. Buffy cazavampiros es la pri­mera serie de televisión Urban Fantasy para jóvenes. Además, desde joven he leído la fan­tasía urbana que se escribía durante los años 80 y 90, pero que actualmente se encuentra descatalogada. Sin embargo, me siento muy orgullosa de poder decir que se está preparan­do una antología de relatos con varios autores de esa época junto a algunos de la “segunda generación”, entre los que tengo el honor de encontrarme.

En tu web he visto citas de Tamora Pierce, Ally Carter, Holly Black… Es evidente que estás al día en literatura juvenil. ¿Qué libros nos recomiendas?

La verdad es que no sé qué está tra­ducido ahora mismo al castellano, pero de los libros que se han publicado últimamente recomendaría Hermosas Criaturas, Graceling y Fuego, su segunda parte, porque me gusta mucho Katsa, me gustan los personajes feme­ninos fuertes. Me parece que el nuevo libro de Holly Black se va a traducir, pero no estoy se­gura. Se llama White Cat y es muy divertido. Ah, y Los juegos del hambre y En llamas.

Es curioso cómo algunos libros funcio­nan muy bien en unos países y en otros no. Por ejemplo, cuando estuve en Inglaterra me dijeron que Los juegos del hambre no había tenido mucho éxito allí. Me extrañó muchísi­mo, porque en Estados Unidos sí que tienen éxito, creo que aquí en España también, y también en Alemania. Un día estaba hablando con mi editor finlandés acerca de las portadas y dijo que Crepúsculo no tenía mucho éxito en Finlandia, lo cual me sorprendió una bar­baridad.

 

¿Crees que leer mucho ayuda a diferenciar­se del resto de libros publicados o, al con­trario, es mejor no leer libros del género que estás escribiendo para no verte influen­ciada?

Intento no leer los libros que más se parecen a los míos, aunque me hablen muy bien de ellos. Hay sagas muy exitosas que no he leído, como Vampire Academy, True Blood, Falling, Hush, hush… Aunque se escribieron después de Cazadores de sombras, intento no leerlas para no liarme. Especialmente evito los libros que incluyen ángeles.

¿Qué es lo que más valoras en un libro?

Creo que la razón por la que escribo li­teratura juvenil es porque leo más libros para jóvenes que para adultos, y es posible que eso se deba a que los adolescentes buscan perso­najes que les gusten y en segundo lugar bue­nos argumentos, y con los libros para adultos pasa lo contrario. A mí lo que más me importa son los personajes: si me gustan, puedo per­donar un argumento flojo. Lo segundo que más valoro es la ambientación, que sea tan­gible, que parezca real. Creo que Stephenie Meyer hizo un buen trabajo en Crepúsculo. Realmente sentía que estaba en el estado de Washington, que siempre estaba lloviendo, que el clima era gris…

¿Te resultó difícil publicar tu primera nove­la?

Lo más difícil fue encontrar el tiempo para escribir el libro. Escribir es un trabajo que lleva mucho tiempo, pero hasta que no has publicado el primer libro, evidentemente no te pagan. Escribía mientras estaba en el trabajo o por la noche, a veces me quedaba hasta las 3 o las 4 de la mañana.

Una vez que tuve el libro terminado lo demás fue bastante sencillo. Tuve mucha suerte porque Holly Black me presentó a su agente, que accedió a leer mi libro. Le gustó mucho, decidió enviarlo directamente a las editoriales y un par de meses después ya ha­bía firmado con una editorial. Lo normal es que cueste mucho tiempo encontrar un agen­te, así que me considero muy afortunada.

¿Entonces no hubo muchos cambios del bo­rrador que mandaste a tu agente a la novela publicada?

El libro que le di a mi agente fue prác­ticamente el mismo que él dio a las editoria­les, pero luego cambió un montón cuando me puse a trabajar en él con mi editora. Creo que todos los cambios fueron a mejor.

¿Tus libros han sufrido algún tipo de censura en Estados Unidos?

Que yo sepa, no. Aunque sí que recibo de vez en cuando algún email de profesores informándome de que no recomendarán mis novelas en su clase porque contienen perso­najes homosexuales. En estos casos siempre ofrezco una lista de otras sagas. No quiero te­ner a ese tipo de gente entre mis lectores. Lo que intento siempre es reflejar el mundo tal y como es, y por suerte es un placer ver los cientos y cientos de seguidores que me agra­decen que refleje la realidad sin tapujos.

¿Qué consejo les darías a los jóvenes escri­tores que quieren publicar?

Siempre me acuerdo de cuando era pequeña y leía todos esos libros simplemen­te porque eran los que tenía a mano. Creo que eso fue una gran suerte. Es muy fácil que los lectores piensen “me gusta este tipo de libros, así que sólo voy a leer los que sean del estilo”, pero a mí me parece que hay que ha­cer un esfuerzo y leer cosas diferentes.

Una manera de tener influencias, bue­nas influencias, es precisamente esa. Cuando escribí Ciudad de hueso había leído muchos libros sobre ángeles y demonios, pero tam­bién libros que trataban sobre guerras y li­bros de detectives de los que aprendí cómo dar importancia al entorno, de manera que la ciudad se convierta en un personaje más. Son géneros muy diferentes de la fantasía urbana, pero creo que me ayudó mucho.