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Entrevista a...

Christopher Paolini

El Templo #97 (diciembre-enero 2023)
Por Alicia D. Carballeira
602 lecturas

Doce años más tarde, Christopher Paolini (1983) está de vuelta en la saga de El legado con la quinta entrega, Murtagh, que recupera uno de los personajes más queridos de los primeros cuatro libros para darle el foco y la oportunidad de contar su historia. Después de adentrarse en la ciencia ficción con Dormir en un mar de estrellas (2020) y un pequeño regreso a Alagäesia con el libro de relatos El tenedor, la hechicera y el dragón (2018), el autor de la aclamada saga que comienza con Eragon está de vuelta y tiene muchas historias aún por contar.

Hace ya diez años que te entrevistamos por la publicación de Legado, el cuarto y hasta ahora último libro de la saga de Eragon. ¿Cómo te sientes con la publicación de este quinto libro?

Muy bien, la verdad. Es como volver a casa después de un largo viaje, así que genial. Me divierte mucho escribir ciencia ficción pero volver a la saga de Legado ha sido realmente un placer y lo he disfrutado, poder volver a ella una vez más.

Murtagh es uno de muestros personajes favoritos, pero nos gustaría saber por qué has decidido publicar esta historia ahora.

Si lees lo que viene al final de Legado, yo dije que tenía más historias que contar, pero que primero tenía que escribir ciencia ficción. Y mi novela Dormir en un mar de estrellas me llevó más de lo planeado. Esperaba tardar tres años en escribir un libro como ese, pero tuve que reescribirlo varias veces, así que tardé seis años. Y luego quería revisar y corregir la precuela Fractal Noise, que salió en mayo de este año. Creo que no ha salido en español, aún se está traduciendo. Así que tardé un tiempo y me puse a hacer otras cosas en mi vida. Quería volver al mundo de Eragon, y este año marca el 20 aniversario de la primera publicación en tapa dura, así que me parece un buen momento.

¿Qué has aprendido de la experiencia de cambiar de fantasía a ciencia ficción?

La verdad es que está muy bien escribir ciencia ficción porque me ha permitido cambiar mi estilo y ciertos tipos de patrones que tenía después de terminar Legado. Tuve que volver a usar vocabulario más moderno, volver a aprender la importancia de planificar mis historias antes de escribirlas, que fue lo que hice con Legado. Pero después de eso ya no era capaz de escaletar, escrbía cinco páginas y ya no era capaz de seguir. En Dormir en un mar de estrellas pensé que podría ir sobre la marcha, pero parece ser que no, no puedo. Puedo escribir o puedo esbozar, pero no puedo hacer las dos cosas a la vez. Como resultado, tenía trescientas mil palabras que tenía que reescribir, y eso son muchas palabras. Y con Murtagh lo que aprendí sobre esbozar historias y el lenguaje es que yo necesito planificar y tener una idea clara antes de escribir. Así pude terminar el primer borrador de Murtagh en tres meses y medio. Luego es cierto que he tardado más en revisarlo, pero todo lo que necesitaba estaba en ese primer borrador.

Y entrando en este género, además del lenguaje, ¿qué otros cambios has notado?

Depende del tipo de ciencia ficción que uno escriba. Hay ciencia ficción que es casi como fantasía, pero en mi caso quería una ciencia ficción que fuera realista. Investigué mucho sobre el tipo de armas que aparecerían, la tecnología que usarían dentro de doscientos años. Y lo que quería eran una ciencia y una tecnología que no contradijera la física tal y como la conocemos, que no permitiese los viajes en el tiempo y que no se hubiera utilizado en ninguna saga de ciencia ficción conocida, y eso era muy difícil de encontrar, pero lo conseguí. Por suerte, unos ingenieros de propulsión de la NASA me ayudaron. Supongo que el mayor cambio fue ese, la tecnología, pero eso también te impone ciertas limitaciones. En fantasía, si quieres ir de un sitio a otro un poco más rápido pues escribes que corren un poco más, o a lo mejor les dan un poco más de caña a los caballos. Puedes forzar un poco los límites. Pero no puedes hacer que un ordenador vaya más rápido de lo que va, y los tiempos de viaje también son algo importante; tienes que tener claro lo que va a ocurrir para no liarte.

Por pura curiosidad, ¿por qué no querías que fueran posibles los viajes en el tiempo?

No tengo nada en contra de los viajes en el tiempo como dispositivo para una historia, pero no quiero que mi taxi espacial sea una máquina del tiempo porque entonces toda la historia giraría en torno al viaje en el tiempo.

Antes de Murtagh escribiste El tenedor, la hechicera y el dragón y colaboraste con tu hermana para la segunda historia de esta colección de narraciones cortas. ¿Cómo fue trabajar con ella? ¿Y hacer esa pequeña entrada al mundo de Alagäesia antes del gran salto?

Era una forma agradable de revisitar el mundo sin comprometerme a un libro largo o a una saga porque yo ya estaba en medio de Dormir en un mar de estrellas y no quería alejarme demasiado de ese proyecto. Y trabajar con mi hermana fue bastante sencillo, la verdad, llevamos haciéndolo toda la vida. Era una forma bonita de revisitarlo porque me gusta bastante la ficción corta; permite contar una serie de historias que, de otra manera, serían demasiado largas, así que una especie de colección de historias cortas era la mejor manera. Estoy planteándome hacer otra en el futuro, ya veremos.

Desde tu punto de vista, ¿cómo ha cambiado el sector editorial desde que publicaste tu primer libro con diecinueve años a ahora?

Para mí es difícil contestar a eso como si fuera un autor nuevo, porque lo cierto es que no lo soy. Ya tengo una base de fans muy establecida que ha madurado conmigo con los años. Los que tenían quince cuando salió el primer libro ahora tienen treinta y cinco, y ha sido muy divertido para mí crecer junto a ellos. Diría que la principal diferencia es la popularidad de los libros electrónicos, de los audiolibros, que no eran algo que funcionaba en los noventa. Por supuesto, las redes sociales también, es lo que impulsa los bestsellers hoy en día, así que estoy agradecido de que Murtagh haya sido número uno en la lista de The New York Times y siga siéndolo. Obviamente el fandom sigue ahí. Con Murtagh quería guardar un equilibrio que tanto los lectores antiguos como los nuevos pudieran disfrutar. Que los mayores pudieran cogerlo y dijeran: sí, esto es más maduro, más interesante, me gusta.

Claro, equilibrar lo que estableciste entonces y lo que añades ahora debe de ser complicado, ¿no?

No me importa tanto mantener la ambientación en sí como su esencia original. Escribí y preparé tanto para Eragon que eso me ayudó mucho a tenerlo todo más o menos claro desde el principio.

Has hablado del cambio en la industria, pero ¿cómo ha sido tu crecimiento en estos años? ¿En qué momento estás en tu viaje como autor?

Es difícil decirlo, porque a lo mejor suena pretencioso dar mi opinión sobre cómo considero que he crecido o no, y a lo mejor otras personas no están de acuerdo. He aprendido mucho de escritura a nivel técnico, he vivido más tiempo y aprecio mucho más a las personas y las dificultades de la vida, y todo ayuda con la lectura. Estoy en un momento de mi carrera que la mayoría de la gente alcanza cuando tiene sesenta años. Normalmente un autor en Estados Unidos publica su primer libro con treinta y cinco, así que veinte años después tendrían cincuenta y cinco. Espero poder seguir mejorando a medida que avanzo. Ha sido una vida curiosa, pero estoy muy agradecido.

Tiene que cambiarte la vida totalmente, ¿no? Publicar tan joven.

¿Habéis oído hablar alguna vez del future shock? Se utiliza en ciencia ficción para describir cuando coges a alguien de los cincuenta y lo colocas en el año 2300 o 3000. Y también la idea de que puedes dar con una generación en la historia en el que empezaron con carruajes y terminaron pisando la Luna. Yo crecí en una cabaña de madera en Montana sin televisión, sin internet, sin radio, y luego nos mudamos a una granja muy vieja con tejas de amianto. Después de eso, tener la posibilidad de viajar por todo el mundo y que hagan una película de tu libro realmente es un shock en tu vida.

He leído que Disney ha adquirido los derechos de Eragon y el resto de la saga, ¿qué tal va? ¿Cómo te sientes al respecto?

Estoy participando como coguionista además de productor ejecutivo. No puedo garantizar la calidad, pero lo voy a intentar y por ahora no hay noticias que dar porque nos detuvo la huelga de guionistas, así que estamos buscando terminar de contratar a todo el equipo, a la gente que necesitamos para hacer el proyecto. Una vez los tengamos, comenzarán a hacerse públicos los detalles. Pero hasta entonces está ahí, en el aire. Quiero decir que todo vuelve. Mira, tenemos a Percy Jackson, están volviendo a hacer un remake de Harry Potter, también Spiderwick. Y de todos esos, ¿de cuál se habla siempre en internet como adaptaciones horribles que hay que arreglar? Eragon Avatar (The Last Airbender), y Avatar va a tener una nueva serie así que venga, vamos, Disney.

Para terminar, ¿qué nos puedes contar de tus proyectos futuros?

Bueno, el universo de Fractal tiene un número ilimitado de historias de diferentes géneros. Si quiero escribir un libro ambientado en la actualidad será en el Fractalverso. En un mundo ideal, alternaré entre escribir ahí y en el mundo de Eragon y me quedaré en ellos el resto de mi vida. Tengo muchas historias que contar en ambos géneros. Dicho esto, Murtagh va fenomenal hasta ahora, así que me estoy planteando si no debería seguir en ese mundo de momento.

¡Muchas gracias por tu tiempo, Christopher! Ha sido un placer volver a entrevistarte en El Templo.